Renfe por su parte ha abierto una investigación para determinar las causas del suceso
Los pasajeros del tren de la Línea C-7 que une Madrid con Alcalá de Henares recuerdan el aparatoso accidente que este viernes dejó 39 personas atendidas por heridas de diversa consideración, entre ellas dos heridos graves, once moderados y el resto leves, por contusiones y crisis de ansiedad.
Raquel viajaba en uno de los vagones del tren: «El tren iba frenando y de repente sentimos un fuerte golpe, nadie sabía lo que estaba pasando, solo vi gente que salió disparada de sus asientos y gente por el suelo, unos encima de otros, gente amontonada…».
La peor parte se la llevaron los pasajeros que se encontraban en las escaleras del tren de dos pisos y en las puertas de acceso: «Muchos estaban preparados para bajar cuando se produjo el choque, entonces unos cayeron encima de otros, se pisaron, se golpearon, la gente gritaba y las personas mayores no podían ni levantarse. Fue horrible», relata esta usuaria de Cercanías que había cogido el tren en Atocha para llegar a su casa, en Alcalá, después de haber pasado la mañana en Ciudad Universitaria.
En su caso sólo sufrió la conmoción del golpe y algún rasguño en los brazos: «No me ha pasado nada grave, pero tengo rasguños en los brazos porque todo el mundo se agarró donde pudo. Yo tuve la suerte de estar de pie y bien sujeta a una de las barras de los pasillos aunque en el momento del impacto pensé que me había dislocado el hombro», relata a MiraCorredor.tv.
#SUMMA112 finaliza el operativo sanitario montado en la estación de cercanïas de #AlcaláDeHenares. pic.twitter.com/MMxKAQCieV
— 112 Comunidad Madrid (@112cmadrid) 22 de diciembre de 2017
Unas imágenes que a algunos les recordaron, salvando las distancias, al trágico 11-M, los trenes de la muerte que sacudieron duramente al Corredor del Henares y, especialmente, a la ciudad de Alcalá. Pensaron que se podía tratar de un ataque terrorista pero rápidamente vieron al personal de seguridad de Renfe que les tranquilizó y les permitió bajar de los vagones para ser atendidos por los servicios de emergencia que, según explica Raquel, no tardaron nada en llegar: «En seguida se llenó la estación de policías, bomberos, médicos… la respuesta fue muy rápida y a todos nos trataron muy bien».
Renfe por su parte ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente y tratar de averiguar por qué el tren chocó contra la topera del final de la vía. La compañía ha confirmado que el convoy iba a muy baja velocidad, por lo que el problema, según las primeras pesquisas, pudo deberse a un fallo mecánico, relacionado con el sistema de frenado.
El alcalde de Alcalá, además aseguró que el conductor había sido sometido a las pruebas de alcohol y drogas y que dio negativo en ambos casos.

El ministro de Fomento junto al alcalde de Alcalá en su visita a la estación (Ayto. Alcalá).
En este sentido, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en su visita a Alcalá para conocer la situación in situ, ha adelantado que la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios está recabando ya los primeros datos.