El sacerdote herido, de 35 años, ha fallecido en el hospital
Ya son cuatro los fallecidos tras la explosión de gas ocurrida ayer por la tarde en un edificio de la calle Toledo de Madrid. Rubén Pérez de Ayala, de 35 años, el sacerdote herido de gravedad, ha fallecido en el hospital y se convierte en la cuarta víctima mortal.
El sacerdote fue ingresado en La Paz con quemaduras de carácter grave. En el momento de la explosión, se encontraba junto a David Santos Muñoz, el joven electricista de 35 años también fallecido, revisando el estado de la caldera de gas del edificio.
Los otros dos fallecidos son dos peatones de 85 y 53 años que pasaban por la zona en el momento de la explosión. Aunque la tragedia podría haber sido mucho mayor, dado que el edificio alberga la residencia de varios sacerdotes, locales parroquiales y de Cáritas.
La Sección de apoyo Aéreo se encuentra colaborando con @BomberosMad y @SAMUR_PC por la explosión producida en la calle Toledo.@EmergenciasMad #explosionmadrid #PMM pic.twitter.com/S3wjIaDYAi
— Policía Municipal de Madrid (@policiademadrid) January 20, 2021
Pero sobre todo porque colinda con una residencia de ancianos y un colegio, pero tanto los residentes como los niños resultaron ilesos. «Ha sido milagroso», indicó ayer el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado.
Los Bomberos del Ayuntamiento entrarán esta mañana al edificio para seguir revisando su estructura y reanudar las labores de saneado, tras una primera inspección realizada anoche. Después será derrumbado de forma controlada por técnicos del Consistorio.
Las primeras investigaciones apuntan a un escape de gas como causa de la explosión que destruyó las plantas superiores del inmueble, propiedad del Arzobispado de Madrid, y también causó daños en vehículos y en los edificios colindantes.