Familiares y amigos la recuerdan en las redes sociales a través de un manifiesto al que han llamado El manifiesto de un Ángel
«Arancha es nuestro Angel» comienza el manifiesto que ha publicado su familia y amigos en una página de Facebook a la que han llamado El manifestó de un Ángel y donde han publicado varias fotos de la joven asesinada en Costa Rica, residente junto a su marido en la localidad de San Fernando de Henares.
En el texto la definen como «sincera, humilde, generosa, cariñosa, respetuosa, amante de las causas pérdidas, sencilla, familiar, defensora de los animales, de la naturaleza, del medioambiente, obsesionada con la salud, con el deporte, con la vida sana, activista de Greenpeace, voluntaria en protectora de animales…».
La joven tenía una gran «vocación en su profesión que no podía ser otra que el cuidado de las personas con problemas neurológicos, enfermedades poco conocidas, personas mayores», señala el manifiesto.
Además, la califican de «empollona como nadie». Era fisioterapeuta «con cientos de cursos y especialidades, guía td1 en montaña y escalada, camino de ser osteopata, entrenadora personal y profesora de pilates».
«Lo más importante es que era la mejor amiga que podías tener porque nunca te iba a pedir nada a cambio de toda su bondad y toda su dedicación», concluye el texto, no sin antes hacer un llamamiento para que «todos los que la aman» la recuerden y difundan su «extenso legado» con solo 31 años de vida.
Su marido ha comparecido este jueves ante los medios de comunicación para pedir justicia
Miguel Escribano, marido de la joven Arancha Gutiérrez López, asesinada en Costa Rica donde se encontraba de vacaciones junto a unos amigos y a Miguel, ha comparecido este jueves ante los medios de comunicación en el Ayuntamiento de San Fernando de Henares.
Escribano ha llegado desde Costa Rica a la localidad y ha querido convocar a la prensa para explicar las circunstancias del suceso y dar a conocer cómo se encuentra la familia, así como los problemas que están teniendo para repatriar el cadáver.
En primer lugar ha agradecido el apoyo recibido por el Consistorio, que nada más conocer la noticia decretó tres días de luto oficial.
Asimismo, ha asegurado que la familia no va descansar hasta que se haga justicia, algo a lo que se ha comprometido la fiscalía del país, según ha dicho, al mismo tiempo que ha aprovechado para lanzar un mensaje al Gobierno de España: «A nuestro Gobierno le pedimos que nos defienda, que nos avise de nuestro riesgo y que colabore con este caso, porque le necesitamos, que colabore con la investigación y que acompañe a la policía costarricense, que para nosotros es muy importante».
Acompañado por los padres de la víctima, su hermana y su cuñado, también ha expresado que «Arancha quería cambiar el mundo, creía que otro mundo era posible», desde su trabajo como fisioterapeuta.
Además, ha lamentado que una vez más seamos testigos del «ataque salvaje y cobarde a una mujer. Queremos a las mujeres, vivas, iguales, dignas y con orgullo… en España, Costa Rica y el mundo entero», ha señalado su marido, que ha definido a la joven como «un ángel» y «una persona de esas que solo nacen de vez en cuando», generosa, amante del medio ambiente y de los animales.
La joven, alicantina pero residente en San Fernando, murió el sábado pasado en Tortuguero aparentemente estrangulada cuando había salido a caminar por un sendero del hotel en el que se alojaba.
Los investigadores barajan el ataque sexual como el principal móvil del crimen aunque la investigación continúa abierta a la espera de nuevas pruebas policiales que puedan inculpar al único sospechoso, que fue detenido por el suceso y puesto en libertad por un juzgado del país.