La presidenta madrileña en funciones ha defendido que Madrid se ha convertido en el primer muro donde se estrellan las políticas del Gobierno central
La presidenta en funciones y candidata a la investidura de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este jueves que reduce su Gobierno a 9 consejerías y sin vicepresidencia. «Pretendo que la Comunidad de Madrid sea un ejemplo de austeridad en el gasto público», ha señalado en su discurso del inicio del debate de investidura en la Asamblea de Madrid.
«Les anuncio que el Gobierno que forme tras esta investidura, si la Cámara me da su confianza, estará formado por solo 9 consejerías», ha anunciado. «Frente a los 23 ministerios del Partido Socialista y Podemos, con 4 vicepresidencias, la Comunidad de Madrid, motor económico de España, se regirá con 9 departamentos y ninguna vicepresidencia», ha apuntado.
Ayuso ha defendido que «España necesita recobrar el pulso político y social con medidas claras y eficaces». Y ha indicado que «España necesita rigor en las administraciones públicas». Por ello pretende que la Comunidad de Madrid «sea ejemplo de austeridad en el gasto público» frente a otras administraciones como el Gobierno central, en un momento de crisis económica.
«Sé que esta decisión implica pedir muchos esfuerzos a mis consejeros y a sus equipos, pero el mensaje a la sociedad madrileña quiero que sea claro: si todos nos tenemos que apretar el cinturón, empecemos por los gobernantes», ha dicho. La nueva estructura del Gobierno de la Comunidad de Madrid supone pasar de las 13 consejerías a 9 en este nuevo mandato de los populares.
«Nueve consejerías para desarrollar el proyecto refrendado por las urnas que tiene, como pilar básico, la rebaja de impuestos mayor de la historia de la Comunidad de Madrid, que presentaremos este otoño», ha avanzado. Además, ha remarcado que la región «se ha convertido en el primer muro donde se estrellan las políticas del Gobierno central».
A su juicio, esas políticas «están haciendo de España un país desgajado, manoseado por los independentistas, sin socios en la comunidad internacional, desastrado económicamente y harto de unos gobernantes que viven de la propaganda y la mentira», por lo que considera que «necesitamos una España viva y optimista».
En esa línea, ha advertido de que «esos caminos de Sánchez negociados en la oscuridad, sin ninguna transparencia, ocultos a la democracia, conducen al precipicio, que es donde parece que algunos miembros del Gobierno se preparan para saltar». La presidenta madrileña ha hecho hincapié en que ante este contexto político «es preciso recobrar los valores de la Transición Democrática».
Asimismo, ha añadido que son precisamente esos valores los que hoy «desprecian numerosos dirigentes del Partido Socialista y sus socios de ultraizquierda», y que «hoy vivimos tiempos anómalos en la política española» y que resulta «imprescindible que se deje de amenazar al poder judicial, a la prensa y a cualquiera que no se mueve a conveniencia del presidente Sánchez».
«Desde la Comunidad de Madrid vamos a trabajar para toda España porque Madrid es una España dentro de otra. En el uso de nuestras competencias, reivindicaremos la unidad nacional, la sensatez en la política, la bajada de impuestos y la libertad», ha insistido, «frente a un Gobierno sin rumbo», que sigue lo que le dictan «la ultraizquierda, los separatistas y los herederos de ETA».
«Continuaremos aplicando las medidas que han sido respaldadas por las urnas, y mantendremos nuestra decisión irrenunciable de defender los derechos de los madrileños de quienes pretendan interferir en las competencias propias de la Comunidad de Madrid, o quienes la ataquen con el objetivo de impedir que la libertad triunfe en nuestra toma de decisiones», ha concluido.