Supondrá un ahorro de 900 toneladas de gases contaminantes y de 15 minutos en los trayectos
La autovía A-2 contará con un carril Bus-VAO de 19 kilómetros de longitud entre el Corredor del Henares y la Avenida de América que empezará a funcionar hacia mediados de 2018, tras la firma este martes del convenio marco entre el Ministerio de Fomento, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital.
Se trata de un proyecto tecnológico con importantes beneficios sociales y medioambientales, según ha explicado el gerente del Consorcio Regional de Transportes, Alfonso Sánchez, quien ha anunciado que el nuevo carril permitirá una reducción de 500.000 horas a los usuarios del transporte, un ahorro de 900 toneladas de CO2, además de garantizar el cumplimiento de los horarios para los usuarios del transporte interurbano.
El trazado será el mismo de la propia carretera, permitiendo un coste muy ajustado. De este modo, la tecnología ayudará a gestionar la apertura y cierre del carril izquierdo en hora punta, que será de uso exclusivo para autobuses, motocicletas y vehículos de alta ocupación (VAO), mediante una explotación inteligente de la carretera.
Con una inversión de 15 millones de euros, se obtendrá un ahorro global estimado de 20 millones de euros anuales, según las previsiones que maneja el Gobierno regional.
El carril partirá a la altura de la M-300, entre los municipios de Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz para finalizar en el intercambiador de Avenida de América.
En principio se pondrá en funcionamiento por la mañana, de 7 a 9 horas, aunque se estudiará activarlo también en las horas de más tráfico por la tarde.
Se prevén cuatro puntos de acceso: uno en Alcalá de Henares, otro en Torrejón de Ardoz, otro en Coslada-San Fernando, y un último embarque en el barrio de Canillejas. Desde allí, directos a Avenida de América.
Según los estudios realizados por el Consorcio, más de 15.000 usuarios se podrán beneficiar de un ahorro de hasta 15 minutos en un trayecto de 40 minutos, lo que podría incrementar hasta un 15% la demanda de usuarios de autobuses interurbanos en detrimento del coche privado.
El carril se controlará mediante un sistema de Gestión Inteligente de la Carretera (ITS), que permitirá activarlo o desactivarlo en tiempo real.
Tiene señalización horizontal-vertical, identificación del carril reservado mediante una baliza luminosa, sistemas ITS: cámaras, aforadores y paneles de señalización variable, cuya operación se integrará con los sistemas ya existentes en la vía.
A diferencia del Bus-Vao de la autovía A-6 (carretera de La Coruña), en este caso no existirá separación física entre este carril y el resto de carriles de la calzada.
Una vez que se ponga en marcha y se haya probado su efectividad, se contempla la posibilidad de implantar esta tecnología en otras autovías como la A-5.