Tres hosteleras reconocen haber sido extorsionadas por Ginés y que la Policía Nacional las contactó para denunciarle
Una hostelera de Coslada ha relatado en el juicio contra el exjefe de la Policía Local de la localidad, Ginés Jiménez, que éste, al que «tenía y sigo teniendo pánico», la intimidó en un callejón en septiembre de 2006, y apúntandole con una pistola en la sien le dijo: «O cierras el bar o te mato».
Esta testigo ha prestado declaración durante el juicio que se celebra ante la sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid contra Jiménez, su mujer y su hijo, seis agentes locales y tres ciudadanos rumanos vinculados con la prostitución en el marco de una operación por la que en 2008 fueron detenidos 26 agentes locales.
La Fiscalía acusa el exjefe de la Policía local de haber cometido delitos de extorsión, amenazas, cohecho, tenencia ilícita de armas y blanqueo, por los que pide para él más de 26 años de prisión.
La testigo, que en el momento de los hechos era dueña de un local de Coslada llamado La Caleta, ha narrado que el acoso al que le sometió Ginés Jiménez culminó la noche del 13 de septiembre de 2006 hacia las 23.45 horas, cuando el entonces jefe policial la persiguió en coche hasta que estuvo en un callejón sola.
Una vez allí y tras un camión, según la testigo, que ha declarado por videoconferencia, Ginés la intimidó diciéndole «estoy harto de que hables de mí» y la apuntó con una pistola en la sien.
Ante esto se sintió muy atemorizada y precisó ser asistida por el SUMMA, ya que tuvo una bajada grave de azúcar.
El letrado de la defensa de Ginés Jiménez, Oskar Zein, ha querido sacar a colación durante el relato de la testigo la existencia de una prueba documental que certifica que, habiéndose solicitado a los servicios del SUMMA sus actuaciones durante ese día, no consta ninguna intervención de esas características.
El enfrentamiento de la testigo con Ginés Jiménez habría comenzado ante la negativa de ella a servirle una cena en 2005 sin que ni Ginés ni el resto de invitados policías pagaran nada. Después de ello, la testigo cuenta que comenzaron a sucederse numerosas inspecciones, «hasta tres al día», por parte de la Policía Local.
Entonces los agentes que la inspeccionaban la invitaron a visitar a Ginés, y en una de las reuniones a las que acudió le llevó una caja de licores, puros y lotería, ya que según ha relatado la tenía a ella y a otros hosteleros «amedrentados».
En esta misma línea han declarado otras dos testigos, exdueñas de sendos locales en Coslada y que también han reconocido que fueron extorsionadas por Ginés Jiménez.
La primera ha solicitado hacerlo tras un biombo para no tener enfrentamiento visual con los acusados y ha contado que, después de recibir una serie de sanciones injustas en su local, tuvo un encuentro con el exjefe policial y éste le dijo que «no se estaba portando bien» porque hacían pagar a los agentes por sus consumiciones y además «no había agradecido a la Policía que le dejaran abrir el bar».
Después de contar estos hechos, la defensa ha preguntado a esta testigo por qué tardó un año en presentar la denuncia y cómo se le «ocurrió» acudir a la UDYCO de la Policía Nacional (Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado), que en ese momento llevaba la investigación, a lo que ella ha respondido que fueron esos agentes los que la contactaron a ella para que así lo hiciera.
La tercera testigo ha reconocido también que fueron los agentes de la Policía Nacional los que la buscaron a ella y a preguntas de la defensa, ha dicho que los investigadores le informaron que se estaba llevado a cabo una investigación contra Ginés y le preguntaron si quería servir de testigo.
Ginés Jiménez Buendía se declaró inocente en la primera sesión del juicio, en la que manifestó que su situación de procesado se debía a su relación de enemistad con miembros de la Policía Nacional y con algunos agentes locales que ya habían llevado a cabo una campaña de desprestigio contra él, según informa Efe.
Fuente imagen de portada: Efe.