La Policía Municipal ha desalojado la madrugada de este domingo otra fiesta ilegal organizada al parecer por estudiantes de secundaria de Loeches en el barrio de Tetuán, donde estaban los chavales y sus profesores consumiendo alcohol y fumando
Los estudiantes, al parecer y según la Policía alumnos de secundaria de Loeches, habían organizado la fiesta, contratando un local situado en el número 21 de la calle General Orgaz. Según la Policía, en el local había 60 personas entre profesores y alumnos, 10 de ellos menores de edad.
Una llamada al 092 de la Policía Municipal de Madrid alertó a los agentes de la celebración de una fiesta en un antiguo restaurante situado en la citada calle. El local llevaba tiempo cerrado, según informa la Policía en un comunicado.
Cuando llegaron los agentes al lugar, comprobaron que el local tenía la música a gran volumen, la expedición de bebidas alcohólicas a los clientes y un fuerte olor a tabaco.
El único responsable de local era un camarero que desconocía si tenía licencia o seguro de responsabilidad.
Tras entrevistarse con los clientes, uno de los adultos les comentó que era un profesor de alumnos de secundaria de Loeches y que estaba junto con otros docentes celebrando la fiesta de graduación de los alumnos que había sido organizada por los estudiantes.
El único extintor se encontraba caducado desde hace 3 años y las luces de evacuación no funcionaban.
Durante la inspección los agentes pudieron observar gran cantidad de suciedad, grasa, cucarachas y otros insectos, encontrándose la comida y bebida en el suelo y en contacto con productos de limpieza.
La noche anterior, en el mismo establecimiento, tuvieron que intervenir los agentes municipales debido a que se habían vendido entradas para una fiesta a 4 institutos, llegando a concentrarse en el lugar hasta 200 personas de distintas edades. A pesar de tener contratada la fiesta hasta las 6 de la mañana, habían sido echados por el personal de la organización a las 3 de la mañana.
Además la ubicación del evento les había sido cambiada a última hora y al llegar al establecimiento comprobaron que no se correspondía con lo que se les había ofertado. Siendo responsables del establecimiento a la llegada de los agentes dos camareros que habían sido contratados vía Whatsapp.
Los agentes de la Policía Municipal de Madrid realizaron las diligencias oportunas ante un posible delito de estafa contra los promotores del evento.
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