El obispo de Alcalá de Henares pide extremar precauciones pero mantiene la actividad
La Diócesis de Alcalá de Henares ha publicado un decreto dirigido a todos los sacerdotes y fieles de las iglesias del Corredor del Henares, firmado por el obispo complutense, Juan Antonio Reig Pla, con fecha 13 de marzo.
«Consciente de nuestra responsabilidad y para velar por el ejercicio de la adecuada atención que como pastores hemos de prestar, decreto la apertura de los Templos parroquiales en horario habitual; mantener los horarios habituales en las celebraciones Eucarísticas y, si se viera necesario, reducir el número de fieles en estas, multiplicar las celebraciones de la Santa Misa para atender al máximo recomendado de un tercio de ocupación que pueden tener los lugares cerrados», señala el texto.
Asimismo se establece que «los sacerdotes y capellanes de hospitales extremen la prudente caridad respecto de los fieles y ofrezcan los auxilios divinos, especialmente el Sacramento de la Confesión, de la Unción de Enfermos y la Comunión Eucarística».
Igualmente, se aconseja «extremar las precauciones en la administración del Sacramente de la Confesión siendo este ofrecido con redoblado esfuerzo y atendiendo a la distancia física establecida por las autoridades».
Para las celebraciones del Sacramento del Bautismo y del Matrimonio que estuvieran previstas, y para las Exequias y Funerales que pudieran surgir, «se recomienda evitar grandes grupos y aglomeraciones apelando a la responsabilidad de las familias afectadas».
El Obispado también pide «realizar, con la prudencia debida, actos piadosos y rogativas suplicando al Dios de la vida el cese de la pandemia, la recuperación de los enfermos, la asistencia divina a los sanitarios y la paciencia y esperanza para todos los fieles».
La Diócesis, además, requiere que se sigan las indicaciones establecidas en un anterior decreto como retirar el agua bendita de las pilas; ofrecer un signo de paz distinto al habitual de abrazar o estrechar la mano, «recordando que incluso está permitido suprimirlo; extremar la higiene en aquellos que distribuyen la Sagrada Comunión antes y después de este momento; y realizar las muestras de afecto y devoción evitando contacto físico con las imágenes».
A las personas que manifiesten síntomas de la enfermedad o cualquier otra debilidad, se les aconseja que «sigan las celebraciones de la Eucaristía por los medios de comunicación y que soliciten la asistencia de los sacerdotes para los sacramentos, siendo tratados como enfermos y por ello liberados del precepto dominical».
Por último, se comunica el cese de la atención al público hasta el día 26 de marzo en las oficinas de la curia diocesana y de la curia judicial. «Los oficiales de las mismas trabajarán desde su casa y las oficinas tendrán el horario restringido de 11 a 13 horas para atender asuntos urgentes y de necesidad». Del mismo modo, se suprimen las actividades formativas y las catequesis.
«En este tiempo pongamos nuestra esperanza en Dios, crezcamos en confianza en su divina Providencia y permanezcamos, junto a María Santísima, en obediencia a las legítimas recomendaciones sanitarias que nos sugieran, concluye el decreto del obispo.