Yolanda pide ayuda para que el Ayuntamiento atienda su caso
Yolanda pide ayuda. El próximo 20 de octubre será desahuciada junto a su hija Aitana, de 17 meses, y sus otros dos hijos menores de la vivienda en la que vive desde hace cuatro años en el bario de Copasa, en Alcalá de Henares.
Llegó a esa casa, propiedad de un banco, como okupa tras ser víctima de violencia de género y con una orden de alejamiento, teniendo a su hija enferma y con un 46% de discapacidad. Atendiendo a su situación, el banco aceptó que se quedara en el piso pagando un alquiler social de 91,80 euros al mes cuyo contrato vence el próximo 20 de octubre. La entidad quiere vender el piso.
La pequeña Aitana tiene Grado 1 de Dependencia debido a los problemas que padece: no habla, no anda, tiene pérdida auditiva y retraso madurativo. «A pesar de ser madre soltera, con tres menores a mi cargo, uno de ellos con una discapacidad reconocida que me impide trabajar, lo único que sabemos es que el día 20 nos quieren en la calle», explica a MiraCorredor Yolanda López, de 41 años y vecina de Alcalá de toda la vida.
«En casa vivo con Aitana y con otros dos hijos de 11 y 17 años, en edad escolar. Vivimos como podemos: nos apañamos con 735 euros que percibimos de ayuda social, y con eso me hago cargo de los gastos de la casa y los constantes viajes a hospitales para mi peque». Aunque ha solicitado tanto al IVIMA como al Ayuntamiento una vivienda en régimen de alquiler social, asegura que de momento todo lo que ha recibido ha sido «el no por respuesta».
El banco le ha transmitido que si el Ayuntamiento les busca una solución para vivir, podrían aplazar el desalojo, pero se queja de que «todo han sido largas» por parte del Consistorio: «Estoy reclamando una vivienda en Espartales que el Ayuntamiento tiene tabicada y vacía, pero me dicen que está destrozada, yo les he dicho que me la den y me comprometo a arreglarla», indica. «Sabemos que en Alcalá de Henares hay al menos más de 50 viviendas libres, con las puertas tapiadas y sin ser utilizadas ni cedidas a familias en situaciones tan extremas como la mía», denuncia.
Aún así, no se rinde, y ha puesto en marcha una petición de firmas en Change.org «para hacerle saber al Ayuntamiento y a su concejal de Vivienda, Olga García, que no estamos solos y que somos muchas las personas que creemos que otra forma de hacer política en materia de vivienda es posible», con el fin de que les faciliten una vivienda social y evitar que tanto ella como sus hijos tengan que quedarse en la calle. «Solo quiero poder seguir viviendo y sacar a mis hijos adelante».