Hay seis detenidos
La Guardia Civil, en el marco de la Operación Naveroja, ha desmantelado un punto de venta de sustancias estupefacientes y ha detenido a seis personas que distribuían la droga desde una nave en la localidad madrileña de Mejorada del Campo.
Según ha informado el Instituto Armado, la operación se inició el pasado mes de febrero, tras detectar un incremento del consumo de sustancias estupefacientes en la vía pública por parte de jóvenes del municipio.
Para obtener información al respecto se realizaron vigilancias discretas en torno a una zona industrial de la localidad que suelen emplear los jóvenes como zona de ocio.
En uno de los dispositivos realizados se comprobó cómo en una de las naves existía una anormal afluencia de personas constante, que permanecían en el interior escasos minutos, lo que hizo sospechar a los agentes que desde el interior se pudiera estar distribuyendo algún tipo de sustancia estupefaciente.
Por estos motivos se realizó una inspección de la misma en presencia del responsable y los ocupantes, y se localizó en el interior diversas sustancias estupefacientes, dinero en moneda fraccionada, libretas de transacciones, básculas y bolsas de embalaje de dosis de diferentes tamaños.
Los agentes procedieron a la incautación de 2.093 gramos de marihuana, 62 gramos de cocaína, 23 gramos de metanfetamina, 63 pastillas de éxtasis, 1.430 gramos de hachís, 688 euros en moneda fraccionada, 2 básculas de precisión, un machete y numerosos efectos destinados a la distribución y venta de las diferentes sustancias estupefacientes.
También se detuvo a las seis personas encargadas de la nave. Son todos hombres de origen español, colombiano y ecuatoriano con edades comprendidas entre los 23 y los 31 años, vecinos de Mejorada del Campo, Velilla de San Antonio y Madrid.
Cuentan con antecedentes previos por tráfico de drogas, así como por hechos relacionados con tenencia ilícita de armas de fuego, malos tratos en ámbito familiar, quebrantamiento de condena, delitos de receptación, atentado a agente de la autoridad, resistencia y desobediencia y contra la seguridad del trafico.
A los encartados se les imputan delitos contra la salud pública (tráfico de drogas) y pertenencia a organización criminal.
Las diferentes sustancias estupefacientes, de no haber sido incautadas, podrían haber alcanzado en el mercado los 25.000 euros.