El interno se encontraba residiendo en la enfermería por su patología psiquiátrica
Un funcionario de prisiones de la cárcel madrileña de Estremera ha resultado herido tras ser agredido por un interno experto en artes marciales cuando se encontraba residiendo en la enfermería del centro penitenciario por su patología psiquiátrica, golpeándole, según han trasladado fuentes sindicales en un comunicado.
Se trata de Jesús Romero, conocido como «El Nene», un joven de Coslada que fue condenado en 2020 a 12 años de cárcel por matar en diciembre de 2018 a su compañero de celda, tras una riña que comenzó este último por una discusión por la distribución de las camas. Este suceso se produjo nada más entrar en prisión preventiva por un robo y apuñalamiento en el Metro de Plaza Elíptica.
El condenado, resaltó la Audiencia Provincial en su escrito, es experto en técnicas de combate y había tenido licencia federativa nacional de kickboxing y muay thai al menos durante los años 2016 y 2017, participando con cierto éxito en diversas competiciones de estas disciplinas.
Los hechos se produjeron el martes por la mañana cuando el interno, que está clasificado en régimen ordinario, golpeó repetidamente en la cabeza al funcionario, quedando el trabajador «noqueado» fruto del ataque. Varios presos de confianza de destino en la unidad consiguieron contener y retener al agresor. El funcionario sufrió un traumatismo facial y cervical.
«El Nene», español, de unos 30 años de edad, fue condenado en 2020 por la Audiencia Provincial de Madrid a 12 años de prisión por matar en diciembre de 2018 a golpes a otro recluso nada más ingresar en la cárcel de Soto del Real a raíz de una pelea entre ambos por una litera. La sentencia llegó después de que un jurado popular declarara a Jesús culpable de un delito de asesinato con alevosía.
Los magistrados lo consideraron autor responsable de un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad y la atenuante analógica de trastorno psíquico al sufrir un trastorno mixto de personalidad. Se abalanzó sobre su compañero, un traficante de 50 años de edad, y comenzó a darle puñetazos y patadas en la cabeza y el cuerpo sin que la víctima tuviera opción a reaccionar.