La factura ha subido nada menos que 26 euros con respecto a abril del año pasado, un 46,4%
Abril finaliza con la mayor subida internaual de la historia en el recibo de la luz. Según el análisis de FACUA-Consumidores en Acción sobre la evolución de la tarifa semirregulada (PVPC), el usuario medio pagará un 46,4% más que en el mismo mes del año pasado.
Con el precio medio del kilovatio hora (kWh) de este abril, la factura del usuario medio ascenderá a 81,55 euros, frente a los 55,71 euros de hace un año. Casi 26 euros de diferencia.
El kWh ha experimentado un incremento del 70,7%, pasando de los 9,98 céntimos -impuestos indirectos incluidos- de abril del año pasado a 17,04 euros en los últimos 30 días. FACUA recuerda que en abril de 2020 el kWh tuvo el precio más bajo en 16 años (durante todo 2004 se fijó en 9,95 céntimos).
El elevado precio del kWh este abril ha sido consecuencia fundamentalmente de los máximos históricos que ha alcanzado el precio del CO2 en Europa, que sigue siendo determinante para la configuración de las tarifas en el mercado mayorista español, señala FACUA.
Pese a la enorme subida, la asociación de consumidores aconseja a los usuarios que no caigan en la trampa de contratar tarifas del mercado libre y mantengan o se den de alta en el semirregulado Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), que ofertan las comercializadoras de referencia impuestas por el Gobierno. Los estudios realizados por la asociación año tras año ponen de manifiesto que el PVPC es la tarifa más competitiva y sólo está por encima de algunas ofertas del mercado libre en meses puntuales.
El usuario medio utilizado por FACUA en sus análisis tiene una potencia contratada de 4,4 kW y un consumo de 366 kWh mensuales y las tarifas por el consumo se aplican prorrateadas a la media de todo el mes. Es un perfil elaborado tras el análisis de varias decenas de miles de facturas de viviendas habitadas.
Reivindicaciones al Gobierno
FACUA lamenta que el Gobierno no acelere el cumplimiento de los compromisos programáticos adoptados por PSOE y Unidas Podemos al inicio de la legislatura en materia de política energética. Entre ellas, la bajada del elevadísimo precio del término de potencia, la aplicación de un precio más bajo para los primeros kWh consumidos y la eliminación de la sobrerretribución que reciben en el mercado mayorista determinadas tecnologías que fueron instaladas en un marco regulatorio diferente, anterior a la liberalización y que han recuperado sobradamente sus costes de inversión.
La asociación también reclama una bajada sustancial de los impuestos indirectos que se aplican a la factura eléctrica de las familias, que superan el 27%, al sumarse el IVA general del 21% con el impuesto especial sobre la electricidad. Asimismo, espera que una reforma del bono social para que muchos más consumidores puedan acceder a él y aumente el descuento que representa sobre la tarifa semirregulada PVPC.