El Tribunal destaca la crueldad y peligrosidad del condenado
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 20 años de cárcel impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid al marfileño que el 2 de enero de 2015 mató a un agente de la Policía Nacional al arrojarle a las vías del tren.
El Alto Tribunal desestima el recurso de casación interpuesto por el acusado contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de 28 de septiembre de 2017.
El fallo considera probada su intención de matar al agente al tirarle a las vías del Metro cuando el convoy entraba en la estación de Embajadores (Madrid).
El condenado tendrá que pagar además una indemnización de 30.000 euros al abuelo de la víctima, que tenía 29 años cuando ocurrieron los hechos.
La Sala remarca la crueldad y peligrosidad del condenado que quería asegurarse la muerte del agente al arrojarse con él a las vías, y rechaza que este cayera después de un forcejeo, como sostiene la defensa en su recurso de casación.
El tribunal explica que las pruebas en las que se sustenta la condena son los testimonios del compañero del policía asesinado, de los dos vigilantes de seguridad que estaban en el andén de la estación, de una trabajadora de la limpieza que también presenció los hechos, del maquinista del convoy, además de la grabación de la cámara del Metro y la que realizó un viajero.
El acusado, que residía de forma ilegal en España, se fue acercando al borde del andén y «en el momento en que el convoy hacía su entrada en la estación y cuando la cabecera del mismo estaba a su altura, consciente de la alta probabilidad de que un eventual atropello sería mortal y con el fin de acabar con la vida del policía tiró de él y lo arrastró hacia la vía», según recoge la sentencia. A consecuencia de ello, el agente falleció de forma instantánea.