Walfran Campos se ha derrumbado cuando se ha enfrentado cara a cara contra el asesino
El hermano del Marcos Campos, el hombre asesinado en el chalet de Pioz junto a su mujer y sus dos hijos pequeños en agosto de 2016, ha comparecido este jueves en la segunda jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Guadalajara contra el joven brasileño Patrick Nogueira, el asesino confeso de su familia.
Walfran Campos se ha derrumbado cuando ha tomado la palabra y, al principio, sólo le ha podido dirigir una frase a su sobrino: «¡Me das asco!», a la que el acusado ha respondido con una mirada evasiva.
Walfran se ha puesto a llorar y la jueza le ha preguntado si necesitaba salir de la sala. «Llevo dos años sufriendo. No tengo vida. Estoy sufriendo como un loco. Yo creía en su inocencia y le defendí. Era como mi hijo», ha dicho, según informan Atlas y Europa Press.
El hermano de Marcos, que no ha parado de llorar ni de mirar a su sobrino, le ha preguntado: «¿Cómo le has hecho esto a Marcos?, que era una buena persona. Haberlo hecho conmigo».
Patrick durante la primera jornada del juicio dijo que solo respondería a las preguntas de su abogada. Acto seguido pidió perdón: «Me gustaría pedir perdón a mi familia. La única cosa que puedo hacer es pedir perdón. No puedo cambiar las cosas. Yo no he elegido funcionar de esta manera», manifestó, en una declaración que la fiscal y las acusaciones tacharon de «fabricada».
Después aseguró que su infancia no fue buena, con burlas y acoso por parte de sus compañeros de colegio, y declaró que desde muy pronto empezó a beber, hasta el punto de considerarse un adicto a la bebida.
Entre los muchos testigos que han comparecido este jueves, los que tuvieron contacto con el hombre asesinado han coincidido en que Marcos estaba celoso porque su sobrino le parecía atractivo a su mujer, y fue por eso por lo que, al parecer, quiso poner tierra de por medio y marcharse con su familia a vivir a Pioz dejando a Patrick solo en Torrejón de Ardoz.
También ha declarado, en este caso por videoconferencia, la compañera de piso del acusado en Alcalá de Henares, donde se fue a vivir tras el supuesto abandono de su familia: «Tenía obsesión con su tío. Decía que estafaba a la gente, que no pagaba, algunas veces le insultaba», ha señalado.
«Me dijo que le habían dejado tirado y que le habían dejado al frente del pago del alquiler de Torrejón de Ardoz». Una vez cometido el crimen y antes de viajar a Brasil, el acusado se despidió de ella: «Me dijo que no me iba a ver más».
Pero lo más espeluznante de un juicio que está siendo especialmente duro y macabro por los detalles que se están contando del caso, ha llegado con la intervención de un amigo de Patrick: «Se sacó un selfie con el cuerpo del hombre», ha afirmado esta persona que descubrió las fotos en el móvil del otro amigo brasileño con el que Nogueira intercambió mensajes en directo mientras cometía los crímenes.
Precisamente en la primera jornada, la fiscal leyó algunos de esos mensajes que calificó de «terroríficos», en los que el acusado llegó a escribir: «Qué risa, los niños no corren cuando les voy a matar, solo se abrazan entre ellos».