El joven ha pronunciado sus primeras palabras en público antes de abandonar el centro
El torero de Torrejón de Ardoz, Gonzalo Caballero, ha recibido este miércoles, 6 de noviembre, el alta en el Hospital San Francisco de Asís de Madrid tras la grave cornada sufrida en Las Ventas, que casi le cuesta la vida.
«Al despertarme y ver que dependía de un aparato de diálisis, al sentirme tan hinchado y débil, pensé que había perdido la batalla, que no merecía la pena. Mi entorno comenzó a animarme y pronto me imaginé volviendo a torear en Madrid, regresando al ruedo donde me entregué y superé aquella horrible sensación», ha explicado Caballero en una rueda de prensa ofrecida antes de abandonar el hospital en silla de ruedas, aunque deberá acudir diariamente para recibir fisioterapia y rehabilitación.
«Se supone que los toreros tenemos que estar preparados pero en el trascurso a la enfermería notaba cómo salía un grifo de sangre. Pedí que le dijeran a mi madre que la quería, sentía que se me iba la vida», ha añadido el joven, acompañado de los médicos que lo han atendido, entre ellos el cirujano de la plaza, Máximo García Padrós, y de su amigo Miguel Abellán, director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid.
Caballero ha agradecido el apoyo recibido de familiares, amigos y equipo médico, ha dado «gracias a Dios y a la vida» por darle «una segunda oportunidad», y ha dedicado unas palabras a los que le critican: «Fue un accidente. Aquellos que me vean torpe son aquellos que dentro de poco irán a la reventa a pagar el doble por mí. Volveré más fuerte».