Una multitudinaria y sentida despedida entre dolor y aplausos
Este miércoles ha sido un día triste en Guadalajara. La Concatedral de Santa María ha acogido el funeral de Elena de la Cruz, la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha fallecida por la grave leucemia que padecía.
Familiares, amigos, políticos y vecinos han querido despedirse de Elena, que ha perdido la vida a los 44 años, en un multitudinario funeral al que ha asistido todo el Gobierno regional al completo con su presidente, Emiliano García-Page, a la cabeza.
Alcaldes de diferentes municipios de la provincia tampoco han querido faltar a la solemne despedida en la misma parroquia en la que contrajo matrimonio en 2004.
A la salida, decenas de coronas esperaban los restos mortales que han sido despedidos con una gran ovación antes de ser trasladados en un coche fúnebre al tanatorio de Guadalajara para ser incinerados.
De la Cruz, vecina de Cabanillas del Campo, donde se han decretado tres días de luto oficial, deja a su marido y a una hija de 10 años.
En los últimos días ha estado ingresada en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo tras sentirse indispuesta durante la intervención que estaba realizando en el Pleno de las Cortes el pasado 30 de marzo.
Tras veinte minutos de intervención, tuvo que continuar su discurso sentada desde su escaño, y no de pie desde el atril, debido a que no se encontraba bien.
Dado que seguía sintiéndose mal, el presidente de las Cortes, Jesús Fernández Vaquero, decidió abrir un receso y la consejera fue trasladada al hospital.