Serán destinadas a la prisión Puig de les Basses, en Figueres
La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, y la exconsejera de Trabajo de la Generalitat, Dolors Bassa, serán trasladadas este miércoles a Cataluña desde la cárcel de mujeres de Alcalá de Henares, donde cumplían prisión preventiva.
Ambas serán conducidas por la unidad especializada de la Guardia Civil desde la prisión alcalaína y serán destinadas a la prisión Puig de les Basses, en Figueres (Girona).
Está previsto que lleguen este mismo miércoles a Cataluña, sin hacer parada en el camino como ha ocurrido con los otros cuatro presos preventivos del Procés, que han partido este martes desde Valdemoro (Madrid) en un autobús junto con casi una veintena de reclusos y han pasado la noche en el centro penitenciario de Zuera (Zaragoza).
Se trata del exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, el ex consejero Raül Romeva, el diputado y expresidente de ANC Jordi Sànchez, y el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.
El traslado de los seis fue ratificado por el juez del Tribunal Supremo que instruye la causa, Pablo Llarena, quien también ha autorizado que los exconsellers Joaquim Forn, Josep Rull y Jordi Turull ingresen en cárceles catalanas una vez finalizada la instrucción.
Es finalmente Instituciones Penitenciaras (Interior) quien decide los destinos y lleva a cabo los traslados. Todos los políticos varones ingresarán en la cárcel de Lledoners en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona) y el Gobierno catalán estudia la posibilidad de habilitar un módulo para que todos estén juntos.
Ambas prisiones, la de Lledoners y la de Puig de les Basses, son modernas, con piscina y otros servicios que no tenían las cárceles de Madrid.
El acercamiento de los presos independentistas algunos analistas lo ven como un gesto o una concesión de Pedro Sánchez para mejorar las relaciones entre el Gobierno Central y la Generalitat aunque el presidente del Gobierno ha aseverado que «no hay ninguna implicación política», y que el traslado se va a ejecutar con «transparencia» y, según ha dicho, en estricto cumplimiento de la legislación penitenciaria por razones de «arraigo y cercanía».