La sanción por practicar el botellón en el casco histórico es de 750 euros mínimo
Las denuncias por incumplimiento de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana en Guadalajara han disminuido desde su puesta en marcha en el 2009 hasta la actualidad en más de un 32%, y los botellones o macrobotellones organizados han desaparecido prácticamente.
Así lo ha puesto de manifiesto la concejala de Familia y Seguridad, Encarnación Jiménez, en una comparecencia ante los medios en la que ha destacado la disminución de los comportamientos incívicos en general desde la puesta en marcha de la ordenanza.
Una ordenanza que, según Jiménez «fue pionera, y ha servido de modelo en muchas localidades del país», y cuyo propósito es el de preservar el espacio público como lugar de convivencia.
Jiménez se ha referido también a la buena acogida, entre los menores sancionados por comportamientos incívicos, de los cursos de formación sustitutivos de sanción.
Según ha señalado, la gran mayoría de los menores eligen esta opción en vez de pagar la multa, y ha valorado que el índice de reincidencia sea menor del 10%.
Desde la puesta en marcha de la ordenanza han participado más de 400 menores en unos cursos que tienen una duración de 9 horas en tres sábados, siendo obligatoria la presencia de los padres en la última jornada.
La sanción por practicar el botellón en el casco histórico es de 750 euros mínimo y 210 fuera del casco, según el inspector de la Policía Local, Jorge López.
Desde la puesta en marcha de dicha ordenanza se han reducido prácticamente todas las denuncias por comportamientos incívicos, desde vandalismo hasta consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, y han desaparecido las denuncias por servicios sexuales retribuidos también en vía pública así como la mendicidad agresiva.