La madre ha confesado el paradero de los cuerpos
La Guardia Civil ha encontrado los cadáveres del niño de tres años y medio y de una niña de cinco meses que llevaban desaparecidos más de 12 horas en el municipio valenciano de Godella.
Los padres, en un primer momento, se han negado a dar una versión contundente sobre lo sucedido. «No se preocupen, que están todos muertos», es la frase que ha dicho el padre a la Guardia Civil, informa La Sexta. Poco después, la madre ha confesado el paradero de los cuerpos.
A primera hora de la mañana, un vecino había dado la voz de alarma después de ver a un hombre de pelo rubio perseguir a una mujer, ambos semidesnudos.
Se trataba de un joven de unos 28 años de origen belga y de una mujer de la misma edad natural de Valencia. Al parecer, ambos vivían de okupas con los pequeños en una casa en ruinas.
Posteriormente, durante el rastreo llevado a cabo por la Guardia Civil, el padre aseguró a los agentes que su mujer le había dicho que iba a irse al fondo de una piscina para reencarnarse en sus hijos.
Finalmente, los niños han sido encontrados enterrados junto a la vivienda donde residían. Se desconocen las causas del suceso y algunos medios apuntan que la pareja tenía problemas mentales.