El detenido ha ingresado en prisión provisional comunicada y sin fianza
La Policía investiga si el hombre de 46 años y nacionalidad española detenido el pasado jueves en el distrito madrileño de Usera por violar a una chica de 14 años abusó también de su hija desde que tenía 6 años de edad, según publica El Mundo y confirman fuentes policiales. El detenido ha ingresado en prisión provisional comunicada y sin fianza tras pasar el pasado viernes a disposición judicial.
La menor violada es compañera de clase de la hija del presunto agresor. Fue ella quien manifestó a los agentes de la Unidad de la Familia y Mujer (UFAM) que el hombre que la violó había abusado también de su hija desde que tenía 6 años, que se lo había comentado su amiga, pero que nunca se lo había dicho a nadie por vergüenza.
La detención se produjo después de que la víctima contara a la jefa de estudios de su instituto lo que había ocurrido en la casa de su amiga. Según el relato de la víctima, el hombre la invitó a subir a la casa cuando fue a buscar a su amiga y la violó dos veces en la habitación de su compañera de clase tras tenderle una trampa, como contamos aquí en MiraCorredor.
La víctima se dirigió directamente a la habitación de su amiga, creyendo que aún seguía en la cama y tapada, pero en realidad no era ella; el padre había colocado una almohada para simular que su hija seguía dormida. Entonces, entró el padre en la habitación con un albornoz y totalmente desnudo, y en ese momento se produjo la agresión sexual.
Cuando el padre se fue al baño, la chica aprovechó para huir y avisar a su familia, que vive cerca. Hasta la vivienda se desplazaron tres parientes de la menor que encontraron al presunto agresor sentado en un banco de la calle frente a su portal y le dieron una paliza, dejándole malherido, por lo que tuvo que recibir asistencia médica.
La Policía Nacional detuvo también a los familiares de la chica acusados de un delito de lesiones. Los tres parientes quedaron en libertad con cargos y con una orden de prohibición de comunicarse con el agredido tras pasar a disposición judicial. Al parecer, lo conocían del barrio, ya que las niñas son amigas y compañeras de clase.