El torrejonero se ha proclamado campeón de España en 800 y subcampeón en 1.500, a pesar de que tuvo que correr en la segunda competición con una sola zapatilla
El pasado fin de semana se celebró el Campeonato de España de Atletismo en pista cubierta para Veterano.
El atleta torrejonero Juanjo Crespo compitió en las finales de medio fondo en los 800 metros y en los 1.500 metros
En la primera de las finales, la del sábado, consiguió llevarse el oro en la sección de los 800 metros sin ningún tipo de incidencia, ya el año pasado consiguió el récord nacional en esta modalidad.
La anécdota de la competición se vivió al día siguiente, el domingo, día en el que disputaba la final de los 1.500.
Todo comenzó en la salida de la prueba de medio fondo en la que, según explica Juanjo a MiraCorredor.tv, «siempre suele haber una serie de golpes y roces entre los atletas», teniendo en su caso una incidencia con la zapatilla que se le quedó casi fuera del pie.
Momentos después, «al hacer un gesto hacia delante con el pie, la zapatilla se me salió del todo y tuve que correr sin zapatilla».
Al principio, nos dice, no pensó en ello y siguió corriendo: «Tenía dos opciones: o retirarme o terminar como pudiese, que fue lo que hice».
La sensación, fue una experiencia «extraña y bastante complicada», teniendo uno de los pies apoyados sobre una zapatilla mientras el otro pisaba el suelo.
A pesar de todo ello, su determinación le hizo conseguir proclamarse subcampeón de España en la modalidad de los 1.500 metros.
Toda una leyenda del atletismo torrejonero
Juanjo Crespo, próximo a cumplir los 44 años, de Torrejón «de toda la vida», trabaja de policía a la vez que entrena como atleta.
Comenzó a entrenar a los 13 años, por lo que lleva más de 30 dentro del mundo del atletismo.
Al principio, cuando todavía estaba en la categoría de promesa, su dedicación era exclusiva, pero el problema que se le presentó con el paso de los años fue que, según relata, «del atletismo no se vive». «Hoy en día del atletismo viven 10 personas en toda España, pero a todos los niveles», afirma.
Nos comenta el ejemplo de Pablo Sánchez Valladares, chico promesa del atletismo, con el que ejemplifica el nivel que hay en nuestro país. «Este chico se paga todo, no le dan ni la ropa, cuando se tenga que poner a trabajar y tenga que buscarse la vida, su rendimiento bajará», asegura.
«Tuve que buscarme la vida, ponerme a estudiar y sacarme las oposiciones para policía si quería independizarme», confiesa. Fue entonces cuando se tuvo que retirar.
Con el paso del tiempo, fue volviendo poco a poco a entrenar y el pasado año alcanzó una de sus metas, el oro en 800 metros en pista cubierta en el Campeonato de España de Atletismo en Atequera (Málaga). Del mismo campeonato, también se trajo a Torrejón el oro en 1.500.
Sus logros, no sólo están en los campeonatos de España, aunque tras el último consiguió entrar dentro de las tres mejores marcas mundiales en los 800 metros.
Aún así, Juanjo, no se da por satisfecho y desde el lunes está en Corea compitiendo en el Campeonato del Mundo de Atletismo en pista cubierta, la que es su próxima meta.
El 21 de este mismo mes competirá en la semifinal de los 800 metros y, si la pasa, al día siguiente se enmarcará dentro del cuadro de atletas de la final.
A su vez, el 25 se disputará la final de los 1.500 metros, en la que ya compite de una forma directa.
Es un crack también corriendo maratones. El pasado 2 de octubre se disputó la Maratón de Alcalá en la que quedó segundo. En la de Madrid, logró situarse dentro de los veinte mejores maratonistas.
Volviendo a la anécdota de la zapatilla, que estos días ha recorrido las redes sociales, nos dice que el día de la competición, sus familiares y compañeros no se creían lo que le había pasado y que hubiera continuado hasta el final como si nada. «Pienso que es mala suerte y nadie tiene que estar apesadumbrado».
«Cuando fui a recoger la zapatilla, estaba rajada», por lo que no le queda más remedio que cambiarlas. El problema, nos cuenta, es que no encuentra las que quiere, por lo que, «tendré que competir en Corea con las mismas».