La Comunidad de Madrid ha detectado 19 brotes de salmonelosis con 119 afectados desde junio
Estas medidas están dirigidas a proteger a los ciudadanos cuando van a los restaurantes, además de proporcionar los consejos necesarios para la correcta manipulación de los alimentos, con el objetivo de extremar las precauciones en aquellos preparados a base de huevo y así evitar la salmonelosis, según ha informado la Comunidad en un comunicado.
Para ello, los inspectores de Salud Pública comprobarán las condiciones de manipulación y exposición de los productos en distintos establecimientos de la región como son las residencias de la tercera edad, los comedores de empresas, los bares, los restaurantes, los albergues, los camping, las granjas escuelas o las piscinas.
La salmonelosis es una infección producida por la bacteria Salmonella, que ocasionalmente está presente en la cáscara del huevo, cuyos síntomas habituales, fiebre, diarrea y dolor abdominal, aparecen entre 12 y 72 horas tras el consumo y duran de 4 a 7 días, tras los cuales las personas se recuperan sin tratamiento.
Sin embargo, en algunos casos la infección puede pasar del intestino a través de la circulación sanguínea a cualquier parte del cuerpo, se convierte en una afección grave que requiere tratamiento, en algunos casos ingreso hospitalario, y en situaciones extremas puede llegar a provocar el fallecimiento.
Todos estos consejos se pueden ver en la página web www.madrid.org/seguridadalimentaria, donde se facilitan las recomendaciones sobre manipulado de alimentos para prevenir las infecciones alimentarias, en especial la salmonelosis, que aumentan en verano principalmente con alimentos preparados a base de huevo.
Desde el mes de junio hasta esta semana, el Servicio de Epidemiología de la Comunidad de Madrid ha registrado un total de 19 brotes alimentarios de salmonelosis, que han afectado a 119 personas, cifras por debajo de las del año pasado pero que podrían ser mucho más bajas con medidas higiénicas.
Por ello, desde la Dirección General de Salud Pública, se insiste en que hay que conservar los huevos en la nevera; en el caso de preparar tortillas, proceder a un cocinado completo (cuajando su centro), y consumirlas inmediatamente o bien mantenerlas refrigeradas hasta el momento de su ingesta, desechándola a los dos días.
En el caso de establecimientos alimentarios, la normativa obliga al uso de huevos pasteurizados si no se cocinan completamente los alimentos.
Asimismo, se aconseja mantener correctos hábitos en el manipulado de estos productos, como evitar cascar el huevo en el borde del plato que se va a utilizar para batirlo, (la Salmonella puede estar presente en la cáscara) y no servir la tortilla en el mismo plato que se ha empleado en su elaboración.
Con respecto a las salsas y mayonesas, se recomienda elaborarlas con huevo pasteurizado o industrial y en caso de utilizar huevo crudo prepararla poco antes de su consumo, conservarla en el frigorífico, y no guardar las sobras y se desaconseja suministrar salsas caseras hechas con huevo crudo a personas vulnerables, entre ellas mujeres embarazadas, personas mayores y niños muy pequeños.