La Policía investiga lo sucedido con la hipótesis del escape de gas como la más probable
La explosión ocurrida este miércoles poco antes de las 15 horas en un edificio de la calle Toledo de Madrid, propiedad del Arzobispado de Madrid y utilizado como residencia para sacerdotes, ha dejado finalmente tres muertos, según las últimas informaciones. No obstante, los Bomberos, que han dejado arden el gas de forma controlada, están a la espera de poder entrar en el edificio junto a los perros de la Policía para comprobar el estado del inmueble y descartar que haya más víctimas en el interior.
De momento, el vicepresidente y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ha confirmado la muerte de tres personas, dos viandantes que caminaban por la calle y un electricista de 35 años y con cuatro hijos que estaba revisando la caldera y que pertenecía a una asociación de la Iglesia Católica.
En un principio se pensaba que otra persona estaba desaparecida, pero el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha descartado que haya desaparecidos y ha indicado que son tres las personas fallecidas y que, por tanto, no se busca a nadie más.
Emergencias Madrid, por su parte, ha confirmado que la explosión ha dejado 11 heridos, uno de ellos de carácter grave, un sacerdote de 35 años que ha sido ingresado en La Paz con quemaduras.
Afortunadamente, ni los ancianos de una residencia contigua ni los niños de un colegio colindante han resultado heridos, salvo algún caso de rasguños o de crisis de ansiedad. Los alumnos se encontraban en clase en el momento del estruendo.
«Ha sido milagroso que no haya habido muchos más fallecimientos porque el patio del colegio está lleno de cascotes», ha precisado Aguado, quien ha añadido que «gracias a la nevada el colegio había decidido que los niños no salieran al patio y eso es lo que ha salvado seguramente muchas vidas y muchas desgracias».
Desde la Comunidad de Madrid han apuntado a que la causa que se baraja es un escape de gas, y que la explosión se habría producido mientras se revisaba la caldera. Aguado, además, ha señalado que los ancianos de la residencia colindante, de titularidad privada, han sido trasladados por el SAMUR Social a otros dos centros y ha resaltado que «ninguno ha sufrido daños».
Por su parte el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha querido mandar un mensaje de confianza y de unidad a los madrileños para «dejar atrás las pesadillas que estamos viviendo». La presienta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, también desde el lugar de los hechos, ha ofrecido al Ayuntamiento «toda la ayuda para lo que precise en un día aciago» y tras los «episodios muy duros» por los que está pasando la región.