El Jurado Popular ha declarado culpable de homicidio imprudente al joven acusado de matar de un puñetazo al anciano
La familia de Ramón, el anciano de 81 años fallecido en Torrejón de Ardoz tras recibir el puñetazo de un joven de 20 años durante una discusión de tráfico en mayo de 2017, se muestra decepcionada tras conocerse el veredicto del Jurado Popular que declara al acusado, por unanimidad, culpable de un delito de homicidio imprudente.
Según ha explicado la abogada de la familia a MiraCorredor, se encuentran «muy tristes y decepcionados» tras conocer el fallo, aunque mantienen la «cautela» hasta que en unas semanas el juez dicte sentencia.
Los nueve miembros del Jurado han considerado, por unanimidad, que el acusado es culpable de un homicidio imprudente frente al homicidio doloso por el que la Fiscalía solicitaba 12 años de prisión.
El homicidio por imprudencia está tipificado en el Código Penal como un delito castigado con penas de 1 a 4 años de prisión. En este caso el joven no tiene antecedentes, aunque el Jurado estima la agravante de abuso de superioridad como pedía la familia.
El Jurado considera un hecho probado que hubo puñetazo. Durante el juicio, todos los testigos coincidieron en que le propinó un puñetazo en la cara a la víctima que lo tumbó, al contrario de la versión mantenida por el acusado, quien manifestó que sólo le retiró el bastón y Ramón cayó al suelo de manera accidental, golpeándose en la cabeza.
Sin embargo, los sanitarios del SUMMA que atendieron al anciano y miembros de la Policía Judicial declararon en la vista oral que no presentaba signos de violencia en la cara, aunque la forense había indicado que «cuando una persona fallece prácticamente en el acto y su flujo sanguíneo se paraliza, la hemoglobina no se focaliza en el lugar del golpe, por eso a veces no es tan evidente que haya signos a priori», explica la letrada.
El Jurado también ha estimado que existía abuso de superioridad por razón de edad y de la complexión física del acusado, aunque no lo ha considerado «dolo eventual», a pesar de que «todo el proceso abocaba a ello», algo que la defensa achaca a la falta de preparación jurídica del Jurado. «Un juez lo hubiera visto así». Ahora el magistrado que ha presidido la vista oral tendrá que acatar la decisión del Jurado.
«Es pronto para pensar en recurrir. Habrá que espera a la sentencia para poder valorar si compensa», expresa la abogada, al tiempo que transmite la sensación inevitable que les queda de que «en España sale muy barato matar».
23 de mayo de 2017, un día triste en Torrejón
Los hechos ocurrieron sobre las 12.10 del 23 de mayo de 2017 en un paso de peatones de la Avenida de los Fresnos por el que comenzó a cruzar Ramón, ayudado por su bastón.
Cuando se encontraba atravesando la calle, el joven irrumpió con su automóvil en el paso de cebra sin respetarlo y a gran velocidad, según el escrito del Fiscal, por lo que el anciano le recriminó su actitud a voces y alzando su manos.
Entonces, según la Fiscalía, el acusado frenó bruscamente el coche y entabló una discusión con la víctima durante la que le propinó un puñetazo en la cara que provocó que el anciano cayera de espaldas y se golpeara la cabeza contra el suelo.
Como consecuencia de los hechos la víctima sufrió una herida abierta en la región occipital, un traumatismo craneoencefálico severo y una hemorragia intracraneal que le provocaron la muerte.
En el juicio, negó haberle dado un puñetazo. Según sus palabras: «Me dijo que se cagaba en mis muertos y que era un gitano de mierda. Fue un acto reflejo y le aparté el bastón porque pensé que me iba a dar con él. Se cayó de espaldas y se golpeó en la cabeza».
Con Ramón en el suelo, el acusado se dio a la fuga acompañado de una mujer en el coche (él dijo después que era una prostituta) y más tarde se entregó en la Comisaría de la Policía Nacional donde fue detenido. Desde entonces, cumple prisión provisional en Alcalá-Meco.