Acusan al Ministerio Público de conducta parcial y humillante tras conocer la absolución del acusado
Los padres y la hermana del joven fallecido de un disparo efectuado por un guardia civil en el polígono industrial de Cabanillas del Campo el 23 de octubre de 2013 han presentado una denuncia contra la fiscal del caso, Estrella Vargas, y la fiscal jefe de Guadalajara, Rocío Rojo, «como autoras de conducta parcial y conducta humillante para la familia del finado, acaecidas como consecuencia del juicio con jurado celebrado en Guadalajara».
Según esta denuncia, dicha actuación habría finalizado con «el llanto» de la fiscal encargada del caso y de la felicitación de la fiscal jefe a su subordinada tras oír el veredicto de absolución acordado por el jurado.
En la denuncia, a la que ha tenido acceso El Heraldo del Henares, que ha sido presentada ante la Fiscalía General del Estado, los padres y la hermana de Gonzalo L.R. acusan a la fiscal asignada al caso de tener «un comportamiento deleznable» y «por inclinarse siempre y en todo momento a favor del guardia civil que mató a nuestro hijo y hermano, impidiendo todo tipo de pruebas que pedía nuestro abogado».
Los hechos se remontan al 23 de octubre de 2013, cuando tras un atraco con escopeta en una fábrica de palés del polígono industrial de Cabanillas del Campo y posterior huida de los atracadores se personaron varias dotaciones de Guardia Civil para intentar localizarlos.
Media hora después, dos agentes del Puesto de Yunquera de Henares se encontraron con tres hombres apoyados en una pared, lo que a los guardias les pareció sospechoso, por lo que uno de ellos se identificó como guardia civil y, apuntándoles con la pistola reglamentaria, les dio el alto.
Los tres hombres, conocidos de las Fuerzas de Seguridad por sus trapicheos con la chatarra y con las drogas, se dieron a la fuga, cada uno por su lado. Uno de ellos acabó detenido por el segundo agente que cubría las opciones de fuga de los sospechosos, el segundo desapareció por completo y el tercero recibió un disparo del primer agente cuando huía hacía un arroyo.
Posteriormente, se celebró juicio contra los dos supervivientes de esta operación y fueron absueltos por falta de pruebas, llegando a decir el juez que «el Fiscal solo había presentado indicios».
Al fallecido y a sus compañeros no les fueron encontradas armas en su poder, ni el pasamontañas con el que se produjo el atraco, a pesar de que se peinó toda la zona con perros especializados, ni siquiera restos de pólvora en sus manos, ropas o resto del cuerpo. Incluso, cinco años después, en enero de 2018, antes del juicio, se llegó a limpiar todo el arroyo con maquinaria pesada tras recibir el juzgado un anónimo en el que supuestamente se indicaba el lugar donde se encontrarían estos efectos. Sin embargo, tampoco se encontró nada.
Finalmente, se celebró juicio con jurado contra el guardia civil que disparó al joven que huía, y en el que resultó absuelto al entender los miembros del jurado que no quedó claro si disparó de forma directa al joven, cuando este se encontraba huyendo y de espaldas, o este murió porque la bala le llegó rebotada.
Por eso, en su denuncia, la familia del fallecido argumenta que la Fiscalía «disimuló» durante la instrucción de la causa y en las sesiones del juicio oral «realizando labores propias de abogado defensor».
Asimismo, acusan al Ministerio Público de «no esconderse cuando se reunía directamente con el abogado defensor del acusado llegando incluso a llamarlo a través del auxilio judicial de sala a su despacho, cuando tenían que estudiar las preguntas del objeto del veredicto, al parecer para conciliarlas».
Además, señalan, la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Guadalajara «ha violado en todo momento de forma descarada la imparcialidad que se le presume y ha faltado a su obligación de garantizar el respecto de los derechos fundamentales de las demás partes del proceso, no solo del imputado, que los ha garantizado más de lo que debía, sino también los derechos de las víctimas».
También, la familia del fallecido asegura que «al final del juicio fueron públicamente humillados por esta fiscal y la fiscal jefe de Guadalajara, cuando al oír el veredicto de no culpable empezó a llorar de alegría la Sra. Vargas y para rematar la humillación de la familia la Sra. fiscal jefe, que estaba en la bancada del público, al oír el veredicto, saltó corriendo a estrados a felicitar a su fiscal, todo esto delante de la familia del chico muerto por la espalda por el disparo del guardia civil».
Finalmente, tras denunciar que la Fiscalía «acosó» a los peritos judiciales que habían realizado un informe incriminatorio del guardia civil, la familia se muestra sorprendida por el hecho de que el Ministerio Público no solo «tuviera el cuajo» de no recurrir la absolución del acusado, cuando había pedido dos años de cárcel para el mismo por un delito de homicidio imprudente, sino que «impugnó los escritos de apelación» de la familia.
Por ese motivo, han pedido a la Fiscalía General del Estado que proceda penal o disciplinariamente contra las dos fiscales, para lo cual ha solicitado como prueba la grabación de la vista oral y de la lectura del veredicto del jurado.