La Asociación Española de Guardias Civiles muestra su satisfacción por la sentencia
La Guardia Civil deberá indemnizar a un agente que utilizó en horario de servicio su coche propio, ya que se cerró por mantenimiento su cuartel en Loeches y le destinaron a otro puesto situado a 20 kilómetros, hasta donde tenía que llegar con el suyo para recoger el vehículo oficial y comenzar el servicio.
Es la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) la que ha resuelto a favor del agente, que interpuso un recurso después de que el coronel jefe accidental de la Comandancia de Madrid desestimase su demanda interna en el cuerpo. Además, la sentencia del TSJM, que ha dado a conocer la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), obliga a la Benemérita a computarle al agente los viajes en su vehículo propio como horas de servicio.
Los hechos se remontan a enero de 2017, cuando este y otros agentes del Puesto de Loeches, en Madrid, fueron destinados temporalmente al de Campo Real, situado a una distancia de 20 kilómetros, por obras de mantenimiento en el primer cuartel, que continúa clausurado.
Sin embargo, la Guardia Civil indicó a estos agentes -más de una decena- que iban a seguir ejerciendo sus funciones de seguridad ciudadana en la demarcación de Loeches. Por lo tanto, el demandante y sus compañeros se vieron obligados durante unos seis meses a utilizar sus coches propios para dirigirse desde sus viviendas hasta el Puesto de Campo Real, donde abordaban los vehículos oficiales y retornaban a Loeches.
La AEGC expresa su «satisfacción» por el fallo, ya que se ha puesto de manifiesto la situación «injusta» que vivieron dichos agentes hasta que la Guardia Civil decidió trasladar la base de los coches oficiales al Puesto de Loeches.
Para AEGC esta sentencia «es importante por reconocer los derechos del agente, pero también porque deja a la luz la injusta forma de actuar de la Benemérita, porque cuando el Puesto de Loeches comenzó a perder personal a los que llegaban cubriendo las vacantes ya se les dejaba bien claro por escrito la situación eventual en la que iban a estar y ellos al firmar el destino aceptaban las condiciones».
«Es decir, sabían perfectamente que la situación en la que habían quedado los componentes de Loeches no era justa y que les iba a suponer un quebranto económico. Porque han sido más de cuatro años de eventualidad, con más de 40 kilómetros diarios de desplazamiento con el gasto que eso supone en gasolina y mantenimiento de vehículo, a lo que hay que añadir las horas extras que se ha estado ahorrando la Guardia Civil al negarse a computar como tiempo de servicio el empleado en el desplazamiento», señala la asociación.
«En AEGC hoy estamos satisfechos porque la Justicia ha hecho justicia», pero se pregunta: «¿Cuántos guardias civiles se encuentran en esta misma situación y cuánto se ahorra la Guardia Civil vulnerando los derechos de estos servidores públicos?», se pregunta en un comunicado.