Los conocimientos del agente en maniobras de reanimación evitaron un trágico final
La situación, que pudo haber terminado en tragedia, tuvo un final feliz gracias a la rápida actuación de un guardia civil, Juan Carlos L.P., quien logró salvar a una niña de cuatro años en la localidad madrileña de Tres Cantos, ha informado este viernes la Guardia Civil.
El agente, acompañado por otro guardia civil y su esposa, observaron un revuelo en el centro comercial de la localidad, concretamente en la zona de juegos para niños, donde la menor se encontraba en uno de los columpios y se precipitó al suelo quedando sin conocimiento, solicitando auxilio la madre de la pequeña.
Juan Carlos, al ver que el padre zarandeaba a la menor sin éxito, y que no respondía a estímulos externos, se hizo cargo de la situación.
En primer lugar, comprobó que no tenía obstáculos en las vías respiratorias (boca y nariz), para posteriormente realizar una maniobra de reanimación (maniobra de Heimlich), logrando que la niña recuperara la respiración.
Poco después la menor comenzó a respirar y a recuperar la consciencia. Desde Colmenar Viejo llegó una ambulancia medicalizada que atendió a la niña, reconociendo la médico in situ la importancia de la maniobra realizada por el agente. Posteriormente, fue trasladada hasta un centro hospitalario para una completa valoración. La niña se encuentra a día de hoy en perfectas condiciones.
«El agente cuenta con una intachable carrera profesional, entró en el Colegio de Guardias Jóvenes de la Guardia Civil en marzo de 1979, y ha ocupado destinos en la lucha contra terrorista y la Casa de Su Majestad el Rey. En la actualidad se encuentra en situación de Reserva y presta sus servicios en labores de seguridad en la Comunidad de Madrid», han destacado desde el cuerpo policial.