El conocido narcotraficante gallego vivirá en el Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares en régimen semiabierto tras salir de prisión
El narcotraficante Laureano Oubiña salió este lunes, pasadas las 9 de la mañana, de la cárcel madrileña de Navalcarnero, después de que la Audiencia Nacional le concediera el tercer grado.
El narcotraficante, de 71 años, abandonó la prisión para dirigirse al Centro de Inserción Social (CIS) de Alcalá de Henares, donde vivirá en un régimen semiabierto, según explican fuentes judiciales.
A su salida, Oubiña, que viajaba en un coche conducido por el capellán de la prisión, criticó a los responsables de la cárcel, que calificó de «gran negocio», y dijo que lo más inmediato es estar con su familia.
El juez de Vigilancia Penitencia de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, concedió el pasado 24 de febrero el tercer grado penitenciario al que algunos llegaron a apodar el Pablo Escobar español, que cumplía una pena de cuatro años y seis meses por blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.
Su buen comportamiento en prisión, su edad (71 años) y su estado de salud fueron los principales argumentos esgrimidos por el juez para este cambio de régimen penitenciario que contó con el informe favorable de la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional.
Entre Alcalá, Madrid y Cabanillas del Campo, donde tiene su domicilio oficial
El capo gallego de la droga trabajará con la Asociación San Francisco de Asís cuyas instalaciones se encuentran en la Carretera de Colmenar (a unos 50 kilómetros del CIS de Alcalá) a las que cada día se dirigirá para colaborar en la reinserción de toxicómanos, en espera de conseguir en breve la libertad condicional.
Dice el juez Castro en su auto que la actividad con la que se ha comprometido con esta ONG «le permitirá conocer, valorar y asumir las consecuencias de la actividad delictiva». Allí tendrá que ordenar, limpiar y preparar el desayuno junto a sus compañeros antes de salir a hacer talleres de jardinería y horticultura, y tendrá que escuchar y ayudar a jóvenes africanos que cruzaron el estrecho en patera, adictos a las drogas que lo han perdido todo, según desvela El Confidencial.
Desde ahora Oubiña podrá gozar de un régimen abierto en unas condiciones aún por determinar, aunque su abogado cree que tendrá que dormir en el CIS de Alcalá al menos de lunes a jueves.
El Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares se encuentra a menos de media hora en coche de Cabanillas del Campo, localidad en la que Oubiña tiene su domicilio oficial fuera de la cárcel, según adelanta Faro de Vigo, y donde probablemente le espere su novia.
La dirección oficial de Oubiña fuera de prisión se corresponde con un chalé situado en una urbanización de los años 90 construida al sur del municipio guadalajareño.
Fue en 1990 cuando fue detenido por el mediático caso Nécora, por el que fue condenado a seis años por delito fiscal pero absuelto por narcotráfico.
Tuvieron que pasar nueve años para que un juez condenara a Oubiña por la actividad delictiva por la que era más conocido. Le cayeron cuatro años de cárcel por organizar y dirigir un transporte de 5.741 kilos de hachís desde Galicia a los Países Bajos.
Cuando la Audiencia Nacional dictó la sentencia, Oubiña ya había huido. Trece meses después fue detenido en Grecia y extraditado.
Su última condena, a 4 años y 7 meses por blanqueo, es la que acabará de cumplir en semilibertad, con un pie en Alcalá y otro en Madrid, con su dimcilio fijado en Cabanillas del Campo, pero sin poder pisar Galicia hasta que cumpla la condena, dentro de año y medio.
Según su abogado, su paso por la cárcel le ha llevado a arrepentirse de lo que hizo, y a volcarse con aquellos que en su día consumieron droga como la que él y su organización movieron por España y Europa.