Una iniciativa beneficiosa para la salud de los pequeños
El Hospital Universitario de Torrejón ofrecerá un pulpo de crochet a los niños prematuros nacidos en el centro, una iniciativa a la que ya se han sumado otros hospitales como el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares.
Los pulpitos solidarios son tejidos y donados de manera anónima, posteriormente pasan un control de calidad para certificar que los tejidos y modo en el que están realizados son los idóneos, y por último son esterilizados para proceder a su entrega en el hospital.
Esta idea comenzó en Dinamarca, donde se comprobó que los pulpos de crochet ayudan a mejorar la respiración y a obtener un ritmo cardíaco más regular, así como mayores niveles de oxígeno en la sangre. Los bebés que abrazan un pulpo también son menos propensos a quitarse las sondas.
La Unidad de Cuidados Neonatales del Hospital Universitario de Torrejón añade esta iniciativa a su servicio. Además, el hospital está abierto las 24 horas del día para las visitas de los padres a sus bebés prematuros.
«Es muy importante el contacto de los padres con el bebé desde el primer momento de vida. Por ello, permitimos que los padres puedan visitar a los pequeños en cualquier momento del día», señala Caridad Amador, Supervisora de Pediatría del Hospital de Torrejón.
El Hospital Universitario de Torrejón cuenta con una sala para padres de neonatos, donde disponen de todas las comodidades para que los padres puedan quedarse en el centro hasta que su hijo reciba el alta.
En el centro se realizan una media de más de 2.500 partos anuales, habiendo superado la cifra de 11.000 partos desde su apertura en septiembre de 2011.
«El hospital apuesta por un parto respetado donde la madre pueda decidir cómo dar a luz, con un Programa de Piel con Piel que permite a la madre estar unido al bebé desde el nacimiento, inclusive en caso de cesárea. Además, ofrecemos parto en el agua y continuamos trabajando para que las madres puedan diseñar cómo quieren que sea su propio parto dentro de los estándares de seguridad», explica Caridad Amador.