El Ayuntamiento bonificará el 100% de las tasas a los puestos
El tradicional mercado de belenes, adornos, objetos navideños y artículos de broma volverá este año a su ubicación en la Plaza Mayor con un 50% de los puestos, siempre que las circunstancias lo permitan.
Desde hace más de 100 años, este mercadillo se ha convertido, durante las últimas semanas del año, en una cita obligada para madrileños y visitantes y en una actividad más con la que disfrutar de la Navidad. «Además, este año su instalación contribuirá a fomentar el comercio y la hostelería de la zona, muy castigados por la crisis económica y sanitaria con motivo de la Covid-19», destaca el Ayuntamiento de la capital.
El mercadillo de Navidad permanecerá abierto al público desde el 27 de noviembre hasta el 31 de diciembre y su horario será de lunes a viernes de 10.30 a 21 h y los sábados, domingos y festivos de 10.30 a 22 horas.
Los 56 puestos, que conservarán una decoración similar a la de los mercados navideños del norte de Europa con tejados puntiagudos y de color rojo, tendrán una nueva distribución que cumplirá con las medidas higiénico-sanitarias, al igual que los 12 puestos habituales de venta de abetos navideños, afectados también por la perimetración y el control de aforo.
«Este control lo realizarán profesionales que velarán para que no se produzcan aglomeraciones de visitantes y para que se respeten las normas de seguridad que las autoridades sanitarias determinen», señalan las mismas fuentes.
Por primera vez y dada la crisis por la que está atravesando el sector, el Ayuntamiento de Madrid bonificará el 100% de las tasas a los puestos del mercadillo de Navidad, lo que equivale a un importe cercano a los 12.000 euros.
Como novedad, este año, las terrazas convivirán con los puestos del mercadillo en la Plaza Mayor, «lo que permitirá hacer una pausa para degustar las variedades gastronómicas de la zona». Para la correcta ubicación de ambas partes, las terrazas retrocederán 1,5 metros.
«La coexistencia del mercadillo navideño y de las terrazas ha sido posible gracias a la colaboración de ambas partes, afectadas por los controles de aforo y la reducción de los horarios comerciales, con el objetivo común de contribuir a la reactivación de la economía del distrito y de la ciudad de Madrid», añade el Consistorio.