Madrid se sitúa a la cabeza en impuestos bajos por tercer año consecutivo, mientras que Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Asturias y Extremadura se sitúan a la cola
La Comunidad de Madrid vuelve a ser por tercer año consecutivo la región española con los impuestos más bajos, según refleja el último Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF) elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad.
En base a este estudio, que analiza la política fiscal de las regiones a través de más de 60 variables vinculadas al IRPF, Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y tributos autonómicos propios, Madrid es, además, la autonomía que más ha mejorado desde 2017, año en el que se comenzó a elaborar este ranking, pasando de ocupar la tercera posición en ese momento a liderarlo.
El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Javier Fernández-Lasquetty, ha destacado la importancia de este documento de cara a «mejorar los sistemas tributarios de las administraciones, hacerlos más respetuosos con la propiedad de los ciudadanos y más competitivos y atractivos para empresas y contribuyentes«, y ha mostrado su satisfacción por que Madrid se sitúe «a la cabeza desde hace tres años».
Para el IACF, las regiones más competitivas después de la Comunidad de Madrid han sido País Vasco, Navarra e Islas Canarias. Por el contrario, Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Asturias y Extremadura han sido las que se sitúan a la cola de esta clasificación.
Según Fernández-Lasquetty, este es el resultado «de las casi dos décadas en las que en Madrid no se suben impuestos y se han bajado todos, devolviendo a los contribuyentes una proporción mayor de sus recursos». «Somos la primera economía de España desde 2018, aportando el 19,3% del PIB nacional, lo que ha permitido un ahorro por contribuyente de 17.620 euros y, al mismo tiempo, contar con unos servicios públicos de la mayor calidad».
Fernández-Lasquetty ha afirmado que las sucesivas bajadas de tributos han beneficiado, sobre todo, «a las rentas bajas», han dinamizado la economía, generado más riqueza y empleo y, por ello, «ha aumentado la recaudación». Además, ha añadido que ello ha permitido a la Comunidad de Madrid incluso ser la región que más contribuye a la solidaridad con el resto en la contribución a la financiación de sus servicios públicos fundamentales.