El conductor finalmente fue detenido por la Guardia Civil y los usuarios pudieron continuar el viaje con otro chófer
Los 40 viajeros de un autobús que salía de Madrid con destino a Murcia vivieron momentos de pánico en el interior del vehículo cuando se percataron de que el conductor iba ebrio, por las maniobras que hacía al volante y por su actitud, haciendo caso omiso, entre otras cosas, a las peticiones para que pusiera el aire acondicionado, según informa La Verdad de Murcia.
Fueron los propios pasajeros del autobús de la compañía Alsa, que había salido de la Estación Sur de Madrid a las 17.30 horas del pasado sábado, los que pidieron al conductor que detuviera el vehículo en una gasolinera de la A-3, a la altura de la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés, para comprar agua, momento que aprovecharon para llamar al 112, que a su vez contactó con la Guardia Civil.
Los agentes acudieron al lugar y practicaron al conductor la prueba de alcoholemia. En el primer test, el hombre dio 0,81 y en el segundo, que es el válido, 0,77, cuando la tasa permitida a los conductores profesionales es de 0,15, según informan fuentes del Instituto Armado.
También se le realizó una prueba de drogas, con resultado negativo, tras lo que se procedió a su detención.
La Guardia Civil dio aviso inmediatamente a la empresa propietaria del autobús para que enviara a otro conductor y poder así continuar el viaje. Fue a las 20.20 horas cuando pudieron seguir rumbo a Murcia con un chófer diferente.
Según los propios usuarios, la compañía en un primer momento dudó de la veracidad de su denuncia y de las imprudencias que estaba cometiendo al volante el conductor.
Además, se han movilizado para exigir daños y perjuicios y la devolución del importe del billete.