El PP ha pedido explicaciones al Gobierno socialista de Castilla-La Mancha por «posicionarse a favor del celador, condenado por agresión sexual, y no de la víctima y de su familia»
La Audiencia Provincial de Guadalajara ha condenado a cuatro años de cárcel a un celador eventual, de 34 años, que abusó sexualmente de una joven en el Hospital Universitario de Guadalajara en 2020, en plena pandemia del coronavirus, según publica La Razón. La víctima, que tenía entonces 18 años, llevaba más de un mes ingresada debido a un trastorno de conducta alimentaria.
El condenado, «con ánimo de satisfacer sus libidinosos instintos», entró en la habitación de la víctima mientras ésta estaba leyendo un libro en la butaca y le dio un beso en la boca. A continuación, salió de la habitación, y transcurridos unos minutos, el celador volvió, y «con idéntico ánimo, se bajó los pantalones y la ropa interior que portaba».
Mientras ella seguía sentada en la butaca, «le obligó a practicar sexo oral, quedando ella bloqueada en estado de shock ante lo inesperado de la situación». Después le dijo que no contara nada de lo sucedido, pues le «hundiría la vida». Como consecuencia de estos hechos la víctima sufrió secuelas psicológicas y físicas de gravedad.
En concreto, presentaba un trastorno por estrés agudo, y una fuerte crisis de ansiedad con episodio de agitación psicomotriz, hiperventilación y contusión en la mano derecha, seguido de un estado sincopal que le produjo el fraccionamiento de varios dientes, «con secuelas por una alteración traumática de la oclusión dental y perjuicio estético leve», según la sentencia, contra la que cabe recurso.
El Ministerio Fiscal y la acusación particular pidieron de ocho años a ocho años y medio de cárcel para este hombre, aunque finalmente la sentencia le ha condenado a cuatro, más cinco de libertad vigilada. Además, deberá indemnizar a la víctima con 6.000 euros por daños morales y 4.170 por lesiones y secuelas, con la responsabilidad civil subsidiaria del Servicio de Salud de Castilla La Mancha.
Ahora, la víctima, que tiene 21 años ha hecho púbico el caso para que «no vuelva a ocurrir». Considera que la pena impuesta es escasa y que el hospital hizo oídos sordos a su denuncia. Según ha relatado en el programa Espejo Público de Antena 3, cuando puso su caso en conocimiento de los sanitarios, no sintió ningún respaldo por parte de la psiquiatra del centro. Además lamenta que no se pudiesen obtener imágenes de las cámaras. Desde el hospital le dijeron que no grababan.
Además, la joven denuncia que después de lo ocurrido el celador siguió trabajando en el hospital un año y medio más. Unos hechos por los que el PP de Castilla-La Mancha ha pedido «explicaciones inmediatas» a los responsables del Sescam de la Junta de Comunidades que preside el socialista Emiliano García-Page.
La portavoz del Comité de Campaña y candidata del Partido Popular a las Cortes de Castilla-La Mancha por Guadalajara, Itziar Asenjo, ha señalado que «el entonces responsable de gestión era el señor Aurelio Zapata, hoy diputado nacional por el PSOE, y lo único que hizo al ser conocedor de los hechos, fue cambiar al celador de planta».
«Desde el PP pedimos explicaciones sobre qué es lo que ha pasado aquí, por qué el Sescam no se personó en esta denuncia, por qué no decidió denunciar los hechos, por qué decidió taparlos, por qué no se tomaron medidas contra este celador, contra este agresor sexual, y decidieron tapar todo, hacer oídos sordos y su única medida fue cambiar al celador de planta», ha añadido Asenjo.
Al mismo tiempo, ha puesto el foco en la Consejería de Igualdad, preguntándose «por qué no se persona en esta causa»; «y por supuesto pedimos explicaciones al Partido Socialista porque no entendemos que no se posicionaran en su momento a favor de la víctima y de su familia, y sí lo hicieron con el agresor», ha concluido.