Una trabajadora del centro ha relatado a El Español las sospechas y rumores que rondaban sobre Beatriz
La Policía Nacional está revisando los historiales de al menos 5 pacientes del Hospital de Alcalá de Henares que murieron en los últimos años tras ser atendidos por la auxiliar de enfermería detenida la semana pasada acusada de asesinar a una anciana en ese centro.
Tras la detención de Beatriz, de 37 años, los investigadores revisaron las imágenes de la cámara oculta que se colocó en los pasillos de la planta de Medicina Interna en la que trabajaba la auxiliar. La cámara fue instalada en 2015 por orden judicial tras la muerte de otra paciente en extrañas circunstancias.
Por aquel entonces, todas las sospechas se centraron también sobre Beatriz, aunque no se pudo demostrar que tuviera algo que ver con el fallecimiento de la anciana que también estaba a punto de recibir el alta.
Ahora, la Policía ha podido comprobar que Beatriz es la última persona que entra y sale de la habitación de Consuelo antes de morir.
También están revisando otros cinco informes de pacientes fallecidos en extrañas circunstancias a lo largo de los últimos años en la Unidad de Medicina Interna donde trabajaba la auxiliar, según informan a Efe fuentes de la investigación.
Se trata de poder determinar si hubo asesinato en todos los casos, aunque será difícil probarlo al haber pasado tiempo, y no será fácil tampoco incriminar a la auxiliar, tal y como admiten las mismas fuentes.
Por otro, fuentes del centro han informado a Efe que las auxiliares sí tienen acceso al material, al contrario de lo que afirma su abogado. Por tanto pudo conseguir la supuesta jeringuilla utilizada para acabar con la vida de Consuelo, ya que las auxiliares pueden entrar al almacén donde se guardan los utensilios de trabajo.
«El Ángel de la Muerte»
Bea, como era conocida, para su familia y amigos es una una chica «muy maja, muy simpática y muy trabajadora», pero, para el resto del personal sanitario, según cuenta El Español, también es «el Ángel de la Muerte», un sobrenombre por el que, al parecer y según el citado diario, se la conocía dentro del hospital.
El mismo periódico ha podido hablar con una trabajadora del centro que ha relatado las sospechas y rumores que rondaban en el Príncipe de Asturias.
«Es un tema que se sabía desde que yo llegué. Y de eso hace ya dos años», revela la empleada a El Español, que ha preferido mantener su anonimato por miedo a represalias. «Corría el rumor, entre planta y planta, de que alguien estaba matando a los pacientes. La llamaban el Ángel de la Muerte», añade, al tiempo que asegura que «había médicos que tenían sospechas sobre las praxis de Beatriz», por lo que «alguien la denunció» y desde entonces comenzaron a investigarla.
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