Las temperaturas pueden alcanzar hasta los 37,2 grados e incluso los 38 en algunas zonas
La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid mantiene activa el nivel de riesgo 1, de precaución, en la región ante la previsión de altas temperaturas, que pueden llegar hasta los 37,2 grados centígrados este sábado, día 21.
Este nivel de alerta, representado por un sol amarillo, se activa cuando alguna de las temperaturas máximas previstas, bien para el día en curso o cualquiera de los cuatro días siguientes, es superior a 36,5º y siempre que no se supere este umbral durante más de tres días consecutivos.
En este caso, se informa de este nivel a la Red de Asistencia Sanitaria y a las diferentes instituciones responsables de la intervención (servicios sociales, ayuntamientos, etc.) con objeto de reforzar las medidas de prevención y mantenerse alertados ante una mayor demanda de intervención.
Ante esta alerta, desde el departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero se ha recordado la necesidad de beber agua con mucha frecuencia, protegerse de la exposición solar y cuidar a los más vulnerables, principalmente personas mayores, niños o enfermos crónicos.
A pesar de no haber comenzado aún el Plan de Vigilancia y Control de los efectos de las olas de calor 2022, que se pondrá en marcha el día 1 de junio como todos los años, Sanidad emite esta alerta debido a que se trataría del primera ola de calor de este año.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) activó el miércoles la primera alerta amarilla por calor de este año que se mantiene este sábado ante la previsión de temperaturas máximas de hasta 38 grados en las comarcas Sur, Vegas, Oeste, Henares, Madrid capital y su zona metropolitana.
La alerta se mantendrá activada desde las 13:00 horas y hasta las 20:00 horas. Desde Sanidad advierten de que el calor extremo puede desencadenar serios problemas de salud, ya que la exposición al sol y a altas temperaturas provoca efectos directos en el organismo.
La mayor parte de la mortalidad y los ingresos hospitalarios durante las olas de calor se deben al agravamiento y descompensación de enfermedades crónicas en fases avanzadas, sobre todo las de tipo cardiocirculatorio y respiratorio.