La semana deja dos casos de muerte violenta en Alcalá de Henares y un tercero por confirmar
El lunes se conocía el hallazgo del cadáver de una mujer de 42 años sobre las 12.45 horas en un piso bajo situado en el número 17 de la calle Juan de Vergara.
La casera se puso en contacto con la Policía tras llevar varios días intentando localizar a la inquilina.
Los agentes al acceder al domicilio encontraron a la mujer desnuda sobre la cama y en avanzado estado de descomposición, aunque en principio no presentaba signos externos de violencia.
Aún así, algo extrañó a la Policía Nacional que trata de averiguar si pudo ser asesinada, aunque por el momento se desconocen los resultados de la autopsia y no han transcendido avances de la investigación.
En la madrugada del martes al miércoles, sobre las 4.39 horas, un joven de 30 años era encontrado a la altura del número 2 de la calle Doctora de Alcalá con cinco puñaladas en el tórax.
Fue atendido en el lugar por los servicios de emergencias y trasladado al Hospital Príncipe de Asturias donde, horas más tarde, se confirmó su muerte.
La Policía sigue investigado este suceso, tomando declaración a vecinos y posibles testigos. La víctima era un español, vecino de Alcalá y con antecedentes policiales.
Los primeros indicios apuntan a un posible ajuste de cuentas.
Fue el jueves cuando conocimos el terrible suceso que ha conmocionado a los vecinos de Alcalá: el macabro hallazgo en un armario del cadáver de una bebé recién nacida con varias puñaladas.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 23 de febrero, aunque se han conocido esta semana. Una joven de 19 años y de origen marroquí llegó al Hospital Príncipe de Asturias sobre las 7 de la mañana sangrando y con signos de haber dado a luz horas antes.
Los médicos que la atendieron le preguntaron por el bebé pero ella no quiso responder. Fue después cuando los suegros de la joven llevaron al hospital a la bebé fallecida. Se encontraba en una bolsa de plástico.
Los suegros de la detenida manifestaron que habían encontrado el cuerpo sin vida de la recién nacida dentro de un armario de su casa, en la que también vivía la madre de la niña asesinada.
El cadáver estaba dentro de un paquete metido en una bolsa de plástico y presentaba varios cortes por todo el cuerpo.
Posteriormente, la Brigada de Homicidios de la Policía Nacional detuvo a la joven en el propio hospital acusada de un delito de asesinato, delito por el que ingresó en prisión preventiva.
La investigación policial continúa abierta aunque no se han producido nuevas detenciones. La Policía cree que el padre de la recién nacida no está involucrado en su muerte.