Los vecinos de Rivas se hallan sorprendidos tras saber que un hombre ha tenido encerrado durante dos años a su hijo de 19, y tienen miedo después de que haya sido puesto en libertad y haya regresado a la casa, donde normalmente se oían golpes, aunque jamás imaginaron lo que sucedía
Los agentes han hallado al joven en estado de desnutrición, deshidratación y desorientación, tras sufrir presuntamente maltrato físico y psicológico en esta vivienda que se encuentra alejada del centro de Rivas, en una zona tranquila de chalets cuyos vecinos se muestran orgullosos porque «todos se conocen y hay buena relación».
El juez ha dejado hoy en libertad sin medidas cautelares al padre del joven que, según los investigadores, tenía problemas de convivencia debido a extrañas obsesiones y una posible enfermedad mental, creyendo que sus vecinos le envenenaban el agua y le producían radiaciones peligrosas.
Ahora el hombre permanece en la casa donde supuestamente tuvo retenido al joven, provocando entre los vecinos cierta «preocupación», como ha explicado Loli en declaraciones a Efe, para agregar que algunos vecinos tienen «un poco de miedo, porque nunca se sabe lo que puede hacer una persona así«.
Por su parte, uno de los vecinos de la casa colindante, Luis, ha explicado a los medios que los habitantes de la zona «sufrían todos los días» los golpes y ruidos en la casa, aunque nunca escucharon gritos de auxilio, por lo que no imaginaron que hubiera una persona retenida en contra de su voluntad.
Sobre el carácter del hombre que está siendo investigado, este vecino ha sostenido que no era violento pero se alteraba «muy fácilmente», y que en los últimos meses han mantenido diversas «discusiones de convivencia» porque el exceso de ruido y porque el hombre acumulaba mucha basura y suciedad en la calle.
También ha explicado que los agentes tuvieron dificultades para acceder al interior de la vivienda porque ésta se encuentra llena de basura, cajas y muebles rotos que hacen imposible andar por el pasillo, lo que impidió que entrara la camilla para evacuar al joven.
Además, ha apuntado que el chico estaba claramente desnutrido y que, según indicaron los miembros de la Guardia Civil, apenas pesaba 43 kilos.
Otra de las vecinas, Maribel, que reside en la calle, ha manifestado que en los últimos años han comprobado, desde las inmediaciones de la entrada de la casa, que las condiciones eran de insalubridad y que «es imposible vivir en esas circunstancias».
Dos casas más abajo en la calle de la vivienda donde estuvo retenido el joven vive Mercedes, quien ha hecho hincapié en el carácter «machista» del padre investigado y quien ha agregado que, a diferencia del resto de vecinos, el hombre investigado nunca intercambiaba más que un saludo con el resto de personas.
Liberado en Rivas un joven al que su padre mantenía encerrado desde hace dos años