Los vecinos han llamado a la Policía al escuchar mucho ruido y gritos extraños en una vivienda de La Latina
Tres jóvenes, dos chicos y una chica, han resultado heridos este viernes por la mañana a consecuencia de una pelea ocurrida en una vivienda del barrio de La Latina, según ha informado el 112 de la Comunidad de Madrid.
Los heridos son dos jóvenes de 34 años y una chica de 35 que presentaban laceraciones y policontusiones, por lo que han sido trasladados al hospital.
Los vecinos han alertado al 112 a las 8.51 horas de que en un segundo piso del número 10 de la calle Conde de Romanones estaban escuchando mucho ruido y gritos extraños.
Hasta el lugar ha acudido la Policía Nacional, cuyos agentes han tenido que derribar la puerta porque los inquilinos no les abrían.
Dentro de la casa han encontrado a los tres jóvenes muy inestables, nerviosos y con un comportamiento muy agresivo, consecuencia de la ingesta de algún tipo de droga.
Además, tenían heridas de pelea, por lo que han tenido que ser atendidos por los sanitarios del SUMMA. La joven y uno de los chicos han sido trasladados a la Fundación Jiménez Díaz, mientras que el otro joven ha ingresado en el Hospital Clínico, todos con pronóstico reservado.
Os dejamos imágenes del suceso ocurrido en la calle Conde de Romanones de Madrid en el que ha habido una pelea en un domicilio que se ha saldado con tres personas heridas con pronóstico reservado. Ha trasladado #SUMMA112 #ASEM112 pic.twitter.com/RThlVxerxV
— 112 Comunidad Madrid (@112cmadrid) 30 de marzo de 2018
La Policía Nacional, por su parte, está a la espera de los análisis médicos para poder determinar el tipo de droga que han consumido, aunque todo parece indicar que se trataría de la llamada droga caníbal, un estimulante similar a las anfetaminas que genera taquicardia, hipertensión, bruxismo, mordeduras, agitación, disnea, ansiedad, delirios, paranoia y pensamientos y actitudes agresivas y violentas, entre otros síntomas.
La metilendioxipirovalerona (MDPV) es la sustancia que se conoce como droga caníbal desde que en la década de los 2000 comenzara a sintetizarse como droga de uso recreativo.
Su aspecto es similar al de las sales de baño y se puede fumar, inyectar, esnifar o suministrarse por vía rectal. Está especialmente diseñada para llegar rápidamente al cerebro, por lo que tarda pocos minutos en hacer efecto.
Sus efectos son mucho más potentes que los de las anfetaminas y la cocaína, de manera que al introducirse en el organismo actúa como un inhibidor de la recaptación de la noradrenalina y la dopamina (ambas sustancias son neurotransmisores del sistema nervioso central y periférico).
En España, el primer caso del que se tiene constancia se registró en Ibiza en verano de 2017, cuando un joven británico atacó a varias enfermeras que le estaban atendiendo y la emprendió a mordiscos con la Policía.