Se trata de un proyecto piloto y la idea es ampliarlo a más puntos de la ciudad y a otras ciudades del entorno
Se trata de un proyecto emprendido por la Fundación Centro de Innovación de Infraestructuras Inteligentes (CI3) y el Ayuntamiento de Guadalajara que abarca el denominado Eje Cultural del municipio, un tramo viario de casi 1 kilómetro formado por las calles Ingeniero Mariño y Ramón y Cajal.
En el año 2013 fallecieron en Europa en torno a 513.000 personas por problemas relacionados con la contaminación; en España ese mismo año el número de fallecidos estimados a causa de la contaminación fue de 30.000.
Las sustancias contaminantes que más fallecimientos provocaron en España a causa de la contaminación fueron las partículas en suspensión (24.000), NO2 (Dióxido de Nitrógeno, 4.280 personas) y el Ozono (1.760 personas).
Hay cada vez una mayor sensibilidad hacia los efectos de la contaminación sobre el entorno y las personas y también hay una mayor implicación de administraciones y gestores para tratar de dar solución a un problema con muchas aristas.
El método tradicional para medir la contaminación consiste en poner estaciones medidoras de alta precisión y baja resolución espacial, que necesitan calibraciones periódicas y suponen un elevado coste. En una ciudad como Guadalajara solo existe una estación medidora de estas características, lo que resulta del todo insuficiente para una valoración global de la calidad del aire.
Por estos motivos, el proyecto puesto en marcha permite reducir costes y ampliar la medición en el espacio, ya que se trata de un sistema de sensores de bajo coste al que se le ha aplicado un sistema electrónico que permite disponer de distintos índices.
«Se trata de un sistema, en principio, menos preciso, pero de bajo coste, lo que permite la instalación de puntos de medición en muchos más espacios. Hasta ahora es un sistema de precisión media pero de alta resolución espacial, con lo cual las medidas globales son mucho más fiables», explica Luciano Boquete, del Departamento de Electrónica de la Universidad de Alcalá (UAH), implicado en el proyecto.
En el caso de Guadalajara se han instalado 3 estaciones medidoras que permiten conocer en tiempo real la calidad del aire. La lectura se hace cada 10 minutos y ofrece datos sobre la temperatura, la humedad, la presión atmosférica, las concentraciones de Dióxido de Carbono, Ozono, Dióxido de Nitrógeno, Dióxido Sulfúrico y partículas en suspensión.
El departamento de Electrónica de la Universidad de Alcalá ha implementado las unidades de medición, formadas por unos sensores de gas comerciales que llevan instalada la electrónica de acondicionamiento necesaria para que los sensores hagan las mediciones y las transmitan cada 10 minutos, en tiempo real, a una página web (www.smairt.es). Smairt indica mediante un código de colores si la calidad del aire es buena, admisible, deficiente o mala.
Las mediciones se pueden evaluar también a medio (mediciones mensuales) y largo plazo (mediciones anuales), lo que repercutirá en la toma de decisiones políticas y de gestión sobre la calidad del aire en el municipio de Guadalajara.
Se trata de un proyecto piloto y la idea es ampliarlo a más puntos de la ciudad de Guadalajara «y, si se diera el caso, a otras ciudades del entorno», señala el profesor de la UAH.
En la actualidad, el equipo de la UAH implicado en el proyecto Smairt está trabajando para mejorar los algoritmos, lo que permitirá incrementar la precisión de las mediciones.