El agente, en estado de embriaguez, apuntó a varios clientes con su arma
Un policía nacional fuera de servicio desató el pánico en la madrugada del pasado viernes al sábado en la sala Maruja de Coslada al sacar su pistola reglamentaria y apuntar a algunos clientes con los que había discutido previamente, según adelanta El Confidencial y confirman fuentes policiales.
El agente, de unos 30 años y en estado de embriaguez, provocó el pánico en la sala, que se encontraba llena en ese momento, hasta que una patrulla de la Policía Nacional se personó en el lugar y detuvo al policía.
La violencia del agente continuó en el coche policial, emprendiéndola a golpes contra sus compañeros y contra la mampara de seguridad.
La Jefatura Superior de Policía de Madrid le ha retirado el arma y le ha suspendido de funciones hasta que se esclarezcan los hechos.