Los vecinos de IVIASA rechazan la apertura de una discoteca en un barrio residencial
«Las asociaciones vecinales, culturales, FCAVAH, AMPAS de los colegios e institutos y los presidentes de los distintos bloques de viviendas del barrio IVIASA, nos hemos unido para mostrar nuestro rechazo a la apertura de una discoteca de ocio nocturno en un barrio residencial», señala la petición de firmas que los vecinos de este barrio de Alcalá de Henares han abierto en la plataforma change.org.
Según exponen, «un local de este tipo atraerá una afluencia de público a altas horas de la madrugada quebrantando la tranquilidad y el bienestar de los vecinos. Es por ello por lo que solicitamos al Ayuntamiento de Alcalá de Henares la denegación de las licencias de obra y apertura de un local de ocio nocturno, puesto que consideramos que su localización debería de estar en un entorno alejado de los barrios residenciales de la ciudad».
Asimismo, sugieren que se estudie la posibilidad de establecer mediante ordenanza municipal «la prohibición o limitación total de actividades de esta naturaleza» en determinadas zonas «cuando se sabe de antemano que va a generar distintos problemas de inseguridad, vandalismo, ruido, exceso de basura…». «La implantación de una discoteca en una zona residencial implica en todo momento alterar negativamente las condiciones de los vecinos», añaden.
Vecinos con los que ha hablado MiraCorredor explican que el nuevo local de ocio nocturno pretende abrir sus puertas en los bajos de un edificio de viviendas, en el antiguo pub El Gallo, ubicado en el número 6 de la Avenida Doctor Marañón de la ciudad complutense. Estos vecinos exigen al Ayuntamiento que tenga en cuenta el descanso y el bienestar de los vecinos como hizo denegando la licencia a la discoteca Carola Morena que se iba a abrir en el barrio de La Garena.
Fue en 2019 cuando el Ayuntamiento que preside Javier Rodríguez Palacios decidió paralizar el proyecto que iba a crear 250 empleos con una inversión de 8 millones de euros, según sus promotores. En aquella ocasión, los promotores denunciaron al alcalde por presunta prevaricación. Los responsables de la sala sostenían que se les había denegado la licencia «por los intereses personales del alcalde, que vive en La Garena», mientras que el Ayuntamiento defendió que actuó «guiado por el interés general de los vecinos y vecinas de la ciudad».
«Aparentemente, dirán que se esconden ante un determinado interés público ciudadano. Sin embargo, este pretendido interés público encubre en primer lugar un interés personal: tanto el alcalde como su madre, como su hermano viven en el entorno inmediato del local afectado, una circunstancia que debió determinar su abstención y que explica en todo caso la diferencia de trato con cualquier otra licencia tramitada en el municipio, aun afectando a la misma problemática», argumentaban en la denuncia que fue archivada por un juzgado de Alcalá.