Decenas de familias les acogen durante el verano dentro del programa Vacaciones en Paz
Un año más han llegado a la ciudad de Alcalá de Henares un grupo de niños y niñas saharauis dentro del programa Vacaciones en Paz. Pasarán unas semanas en Alcalá, recuperándose de las duras condiciones en las que viven en los campos de refugiados, pasando reconocimientos médicos y disfrutando de un verano en mejores condiciones que las que forman partede su vida cotidiana en el campo de refugiados de Tindouf.
En esta ocasión el Ayuntamiento aporta una ayuda de 12.000 euros; una partida extremadamente necesaria cuando algunos organismos internacionales como UNICEF o la Unión Europea están reduciendo sus ayudas y en los campamentos se endurece la vida de las personas refugiadas saharauis en Argelia, que esperan regresar a su territorio legítimo.
Las niñas y los niños, de edades comprendidas entre los 9 y 11 años, fueron recibidos en el Ayuntamiento en un acto que trataba de mostrar la hospitalidad de la ciudad, además de ofrecer un agradecimiento público a las organizaciones y a las familias que hacen posible sus estancia.
Para el concejal de Derechos Humanos y Cooperación al Desarrollo, Javier Galán, se trata de «un orgullo para nuestra ciudad ver cómo, año tras año, decenas de familias alcalaínas abren sus puertas para acoger a niños y niñas saharauis, evitándoles sufrir el duro verano del Sáhara con temperaturas que llegan hasta los 50 grados. Sin embargo, no debemos olvidar que cada día, desde hace ya 40 años, los derechos humanos de estas personas son violados por el gobierno marroquí que impide que se celebre el referéndum de autodeterminación del Sahara Occidental con la connivencia de la comunidad internacional, que mira hacia otro lado».
Galán ha querido, asimismo, «resaltar el papel de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Alcalá, que acaba de cumplir quince años y no descansa en su defensa y apoyo al pueblo saharaui».
En Torrejón de Ardoz, el lugar elegido para la recepción ha sido La Caja del Arte, y el acto ha contado con la presencia del concejal de Bienestar, Cultura e Inmigración, Rubén Martínez, el delegado saharaui de la Comunidad de Madrid, Abidin Bucharaya, y el presidente de la Asociación Yallah 27 de febrero, José Lázaro, quienes recibieron a los 11 niños de 10 a 12 años, cuatro más que la pasada edición.
Los niños saharauis del programa “Vacaciones en Paz” ya están en #Torrejón con las familias de acogida @Yallah27Sahara #SaharaOccidental https://t.co/j70UQeC0Py pic.twitter.com/mpa8Z36Tcx
— Ayto. Torrejón Ardoz (@Ayto_Torrejon) 6 de julio de 2018
Un proyecto de acogida temporal de menores saharauis que viene desarrollándose desde 1996 y que se lleva a cabo por la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui Yallah 27 de Febrero, con la financiación y apoyo del Consistorio torrejonero, que concede una subvención de 10.000 euros, dentro del convenio de hermanamiento que existe entre la localidad y la Daira sahararui de Bir-Ganduz y que permitirá que estos chavales escapen de los rigores del calor del desierto durante los meses en los que más se incrementan las temperaturas.
Además, durante su estancia en Torrejón, los niños disfrutarán de las piscinas, ya que el Ayuntamiento ha donado pases para aquellas familias que no tienen una en sus casas.
El acto de recepción ha contado también con las actuaciones de Somachibum Circus, Tomm Pak y Zacatum.
Rubén Martínez, ha agradecido a las familias de acogida por este gesto de solidaridad y altruismo que han tenido: «Sois un ejemplo para Torrejón y demostráis el carácter que tenemos en nuestra ciudad, siempre abierto y altruista, ayudando a los que peor lo están pasando, porque para estos niños no será fácil vivir alejados de sus familias y vosotros les dais todo el cariño que necesitan. Desde aquí os quiero felicitar y también quisiera animar a otras familias de Torrejón a que sigan vuestro ejemplo, ya que es una experiencia inolvidable y que les va a enriquecer personalmente. También quisiera dar las gracias a la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui Yallah 27 de febrero y a su presidente por el gran trabajo que hacen y por estar pendientes en todo momento de estos niños y niñas. Lo que hacen conlleva mucho tiempo, muchos días y mucho trabajo que se ve recompensando con una sonrisa y con una mirada de agradecimiento de estos niños».
Por su parte, en Coslada, la Asociación Basiri, con el apoyo del Ayuntamiento, ha promovido un año más el programa Vacaciones en Paz.
Para que el viaje pueda ser factible, el Consistorio ha subvencionado este año a la Asociación Basiri con 4.800 euros y los 18.150 euros que cuesta el traslado de la veintena de niños que llegan a Coslada y San Fernando desde Tinfouf.
Durante su estancia en Coslada los pequeños son sometidos a reconocimientos y tratamientos médicos, que resultan imposibles en los campamentos y se promociona un equilibrio alimenticio que les permita recuperar los niveles necesarios de nutrientes. También se fomenta el aprendizaje del castellano, segundo idioma oficial de la RASD.
El objetivo, como explica el concejal de Participación Ciudadana y Cooperación Internacional, Manuel Marín es «crear vínculos familiares durante la acogida, que perdurarán una vez que regresan a los campamentos con envío de alimentos, medicinas, visitas a las familias, etc.».
Desde hace tiempo, Coslada está hermanada con la Daira de Miyek, que es uno de esos campamentos situados en Tindouf.
El Sahara Occidental
El Sahara Occidental es una antigua colonia española en el norte de África, que limita con Marruecos al Norte, con Argelia al Este, con Mauritania al Sur y al Este y con España (Islas Canarias) al Oeste.
Considerado como «territorio no autónomo» por las Naciones Unidas, su territorio está actualmente dividido por un muro construido por Marruecos de más de 2.000 kilómetros, plagado de millones de minas antipersonas.
Los campamentos de refugiados saharauis están situados en los alrededores de Tindouf (sudoeste de Argelia), en una de las zonas más duras y secas del desierto del Sahara: la hamada argelina.
Allí sobreviven desde hace 43 años, en condiciones muy difíciles, varios cientos de miles de personas, entre ellos, miles de niños.