La Guardia Civil ofrecerá más detalles sobre la investigación este mismo miércoles
El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara dictó el 22 de septiembre auto de prisión y una orden de detención europea e internacional contra una persona que pudo cometer los asesinatos del matrimonio brasileño formado por Marcos Campos Nogueira y Janaína Santos Américo, y sus dos hijos, en Pioz (Guadalajara).
Como adelantábamos este martes aquí en MiraCorredor.tv, fuentes de la investigación informan que el individuo es un sobrino del hombre, una persona «violenta» y «emocionalmente inestable» que había convivido en Torrejón de Ardoz con la familia.
François Patrick Gouveia, de 19 años, llegó a España en marzo a intentar labrarse una carrera como futbolista. El joven tiene un historial violento, pues en 2013 apuñaló a un profesor en el interior de un aula, según informa el diario Jornal da Paraíba. Al ser menor de edad, cumplió condena realizando trabajos sociales.
El padre de la mujer fallecida declaró a la televisión brasileña que el sobrino de Marcos estaba enamorado de su hija y «paseaba medio desnudo por la casa». Ante esta situación, el matrimonio habría decidido poner tierra de por medio y cambiar de domicilio.
Medios brasileños aseguran que Patrick testificó de manera voluntaria ante la Superintendencia de la Policía Federal de Paraíba el pasado día 30 de septiembre. Según estas informaciones, el sospechoso incluso se habría sometido a análisis de sangre para cotejar su ADN con las muestras recogidas por la Guardia Civil en el domicilio donde se produjeron los asesinatos. Su abogado, en declaraciones a la televisión brasileña, señala que si se han encontrado restos biológicos del sospechoso en la vivienda es algo «normal» porque el joven convivió con la familia durante algunos meses.
El juez cree que esta persona, sobre la que «existen indicios racionales de criminalidad» en relación con los hechos, abandonó España el 20 de septiembre (dos días después de que la Guardia Civil encontrara los cuerpos) y se sospecha que pueda encontrarse en Brasil, como señala la nota informativa enviada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, que ha informado del levantamiento parcial del secreto de sumario.
El juez dictó el 22 de septiembre auto de prisión y una orden de detención europea e internacional contra el supuesto autor, que dejó la vivienda de la familia prácticamente vacía de enseres personales y limpia, previsiblemente con intención de llevarse los cadáveres para que pareciera una desaparición, un plan que por algún motivo no pudo llevar a cabo.
Un hombre con problemas emocionales que pudo perpetrar los asesinatos por un móvil personal o pasional que los investigadores de la Guardia Civil de Guadalajara y de la Unidad Central Operativa (UCO) de este cuerpo, que se han hecho cargo de las pesquisas, intentan aclarar.
Durante una noche el supuesto asesino quitó la vida a los cuatro, cortó por la mitad los cuerpos del matrimonio y dejó intactos los cadáveres de los dos niños, de cuatro y un año, que aparecieron degollados. Tras el cuádruple crimen, metió los cuerpos en varias bolsas, que fueron halladas después de que un vecino alertara sobre el mal olor en las inmediaciones del chalé, situado en la calle Los Sauces de una urbanización de Pioz.
El supuesto autor tuvo mucho cuidado de limpiar la casa para no dejar rastro y de desprenderse de ropas y otros artículos de las víctimas. Algo falló en su plan, porque todo parece indicar que pretendía hacer desaparecer los cadáveres u ocultarlos fuera de la casa, pero no le dio tiempo.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha dado por esclarecido el caso, a falta de la localización y detención del autor y ha descartado que los crímenes tuvieran relación con el narcotráfico o el crimen organizado como en un principio se dijo, pues era una hipótesis que manejaba la Guardia Civil dada la brutalidad con la que se cometieron los crímenes.
El responsable de Interior ha explicado que el joven precipitó su salida de España hacia Brasil al aparecer los cuerpos y adelantó al 19 de septiembre (un día después del hallazgo de los cuerpos) un billete de avión que había adquirido para el 16 de noviembre, haciendo efectiva su huida el día 20 del pasado mes.
Desde entonces, su búsqueda no ha dado resultados, y los investigadores españoles están encontrando muchos problemas para contar con la colaboración de la policía brasileña. De ahí que se haya levantado parcialmente el secreto de sumario.
Mientras tanto los cuatro cuerpos de las víctimas permanecen bajo custodia judicial hasta que se se realicen las identificaciones y demás pruebas forenses. El resto de procedimiento sigue bajo secreto sumarial.
La Guardia Civil ofrecerá más detalles sobre la investigación este mismo miércoles en rueda de prensa.