Su ADN está siendo cotejado con los restos hallados en la escena del crimen
El diario ABC publica este jueves novedades sobre la investigación del crimen de Miriam Vallejo, la joven española de 25 años cuyo cadáver fue hallado en un descampado de Meco el pasado 16 de enero.
La Guardia Civil está llamando a declarar a aquellos hombres que han podido ser identificados y que, de una manera u otra, se comunicaron con la víctima a través de apps como Lovoo, Meetic y, sobre todo, Tinder en los últimos meses. Hasta el momento, apunta el citado diario, se ha tomado testimonio a unos cincuenta individuos.
Todo ellos, al término de la declaración, fueron invitados a dejar una prueba de su ADN, y han accedido. Ahora, esos restos están siendo cotejados con los hallados en la escena del crimen, de la que se han extraído distintos perfiles, apunta ABC.
Por un lado, están los restos biológicos en el cuerpo de la propia víctima, a la que no llegaron a agredir sexualmente, pero que sí arañó a su asesino antes de morir. Por otro lado, están los objetos que se encontraron en el lugar del crimen (envases de bebidas, colillas…). Por último, las muestras extraídas con hisopos a los perros que Miriam paseaba la fatídica tarde de su muerte.
Aquella jornada, además, la chica no había quedado con nadie, por lo que se abren varias hipótesis: que la matara una antigua cita con la que ella no hubiese querido volver a verse; que fuera alguien a quien rechazó desde el primer momento; o incluso, aunque es menos probable, que la mujer de alguna de sus relaciones «encargara» el crimen por celos, señala ABC.
El teléfono ha sido analizado por el Laboratorio Central de Criminalística, con tecnología puntera israelí; aunque la marca Huawei, la que utilizaba Miriam, presenta algunos obstáculos para la investigación:las actualizaciones de esta empresa china requieren varios meses de adaptación del sistema que utiliza la Guardia Civil, y lo peor es que se pueden perder conversaciones que sean importantes.