Tendrán que pasar la noche en casa de familiares y hoteles de la ciudad
Un edificio de Guadalajara, situado en la calle Laguna de la Colmada y formado por 48 viviendas en las que habitan 300 vecinos, muchos de ellos niños, ha sido desalojado esta pasada madrugada ante el riesgo de derrumbe, tras la aparición de grietas y la detección de importantes deficiencias.
El Ayuntamiento decidió desalojar el inmueble porque los técnicos consideraron que existía un riesgo potencial para las personas, debido a la progresión de los daños que viene sufriendo.
El alcalde, Antonio Román, ha explicado que en la tarde-noche de este miércoles el Servicio de Extinción de Incendios de Guadalajara recibió la llamada de un vecino alertando de que algunos azulejos de la pared se habían caído y de que existían grietas de importancia.
Los Bomberos acudieron al inmueble para inspeccionarlo y tras esa primera inspección, el propio Román, el vicealcalde, Jaime Carnicero, y la concejal de Seguridad, Encarnación Jiménez, se trasladaron al edificio junto al arquitecto municipal y al Oficial Jefe de Bomberos.
Tras realizar una nueva inspección, se advirtió que presentaba grietas importantes que habían progresado de manera rápida en los últimos días, después de que el 31 de diciembre, los vecinos dieran otro aviso.
A raíz de este aviso, los técnicos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, propietaria del este inmueble de viviendas públicas de carácter social y en régimen de alquiler, estaban realizando comprobaciones.
Se observó también que se habían fisurado los testigos colocados en los últimos días, desde ese aviso anterior.
Ante estas circunstancias, Román decidió avisar al delegado de la Junta de Comunidades en Guadalajara y al director provincial de la Consejería de Fomento, con el fin de que los técnicos de la Administración autonómica hicieran una nueva inspección y una evaluación de los daños.
En su análisis, determinaron que el inmueble está sufriendo un desplazamiento como indican cuestiones como que algunas puertas no se pueden cerrar, que existen grietas de tamaño considerable y que se han registrado ruidos que podrían provenir de la estructura del edificio.
Por ello, ante el riesgo latente y con el fin de salvaguardar la seguridad de las personas, el alcalde ordenó el desalojo del edificio, que alberga 48 viviendas, de las que 45 están ocupadas.
Asimismo, el regidor ha apuntado que las familias que no pudieron ser acogidas por otros familiares, un total de 14, fueron derivadas a hoteles de la ciudad.
El edificio sigue precintado y desalojado, aunque esta situación podría cambiar cuando los técnicos aseguren que no existe riesgo para las personas.
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