Una tercera persona también fue detenida por encubrimiento
La Policía Nacional ha detenido a dos atracadores de siete salones de juego. Uno de ellos entraba en el local y amenazaba a los empleados con un arma de fuego, mientras el otro le esperaba en el exterior con un vehículo vigilando las inmediaciones para detectar la llegada de cuerpos policiales.
Además, se logró detener a una tercera persona por encubrimiento ya que trató de ocultar y destruir pruebas de los delitos cometidos.
En los registros, fueron halladas dos armas de fuego simuladas, dos machetes de grandes dimensiones, cascos y pasamontañas con los que cubrían sus rostros y ropas empleadas en los asaltos y en total se han intervenido 9.350 euros.
La investigación se inició en octubre del pasado año cuando se cometieron dos atracos en Leganés y otro en la localidad de Móstoles. La forma de actuar de los atracadores resultaba similar y tenían un claro reparto de funciones.
El individuo que entraba en los locales, ocultaba su rostro con un casco, esgrimiendo un arma de fuego para amedrentar a los empleados de estas salas de apuestas y conseguir la recaudación de la caja.
El otro arrestado esperaba a bordo de un vehículo en el exterior para emprender la huida, normalmente una moto de gran cilindrada.
Los investigadores detectaron que el individuo que amenazaba a los empleados con un arma de fuego en los locales de apuestas andaba de una forma muy llamativa. Este detalle ayudó a los agentes a la hora de relacionar al detenido con la comisión de todos los atracos, ya que permitió confirmar que era la misma persona que había participado en la comisión de los atracos.
La detención se practicó tras cometer el séptimo asalto a salones de juego. En ese momento portaba casi 8000 euros en efectivo.
En el momento de proceder a la detención del individuo que ejercía labores de vigilancia exterior durante los atracos, éste se encontraba acompañado de una persona de su entorno, que al detectar la presencia policial trató de deshacerse de pruebas materiales de los atracos, por lo que fue detenido por encubrimiento.
Durante la investigación se registraron los domicilios de los presuntos autores, encontrándose un arma de fuego simulada en cada uno de los domicilios de los arrestados, dos machetes de grandes dimensiones así como cascos y pasamontañas con los que cubrían sus rostros durante los atracos.
La autoridad judicial decretó el ingreso en prisión provisional tanto del individuo que amenazaba a los empleados como del miembro que se encargaba de la huida, siendo puesto en libertad con cargos el responsable de encubrimiento.