Félix Vidal aterrorizó a la ciudad de Alcalá de Henares en los años 80
El conocido como violador del estilete (arma utilizada para amedrentar a sus víctimas) ha vuelto a prisión acusado de una nueva agresión sexual en Oviedo.
Después de pasar 32 años entre rejas por medio centenar de violaciones, en 2013, Félix Vidal Anido, de 53 años, salió de la cárcel de Asturias al beneficiarse de la anulación de la llamada Doctrina Parot, dictada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, y por la que salieron a la calle peligrosos asesinos, violadores y terroristas.
Lo que quizá algunos nos sabían de este depredador sexual es que su largo historial delictivo comienza con tan solo 14 años en Barcelona, cuando fue detenido por primera vez e ingresó en un reformatorio acusado de cinco violaciones.
Unos años más tarde, en 1981, cuando Vidal Anido contaba con 17 años, fue detenido de nuevo. Fue acusado por la Policia de Alcalá de Henares, donde en ese momento cumplía el servicio militar, como presunto autor de 5 violaciones consumadas, 9 frustradas y 14 amenazas de muerte. La mayor parte de sus víctimas eran niñas de entre 3 y 14 años.
En el momento de la detención, declaró que «cuando me entra esta depresión tengo que hacerlo. Prefiero muchachas jóvenes y vírgenes, porque satisfacen mis instintos».
Vidal acechaba a sus victimas a última hora de la tarde o por la noche, en zonas poco concurridas de la ciudad complutense. Agarraba a las jovenes, o niñas, con una mano por el cuello mientras que con la otra les rompía el vestido, las golpeaba y amenazaba hasta consumar la violación.
El caso provocó gran conmoción en la ciudad y a Vidal Anido se le llegó a llamar el violador de Alcalá, tal y como recuerdan las hemerotecas.
Por estos hechos fue condenado a 24 años de prisión y en 1987, en su salida a la calle de permiso penitenciario, volvió a actuar. Cometió dos violaciones y, en una de ellas, asestó ocho puñaladas a la víctima.
Fue condenado entonces a 73 años más de prisión, de los que sólo cumplió 32, llegando a acumular más de medio centenar de agresiones sexuales en su terrible carrera como delincuente.
En diciembre de 2013 abandonó la cárcel de Villabona, en Asturias, tras la anulación de la Doctrina Parot y en 2014 volvió a las andadas en Lugo donde intentó violar a una mujer que consiguió zafarse.
Fue, de nuevo, enviado a prisión y en mayo de 2015 quedó otra vez en libertad hasta que el pasado 22 de diciembre de 2017 cometió su última agresión sexual en Oviedo, aunque la víctima no denunció los hechos hasta un mes después.
Su nombre ha vuelto a ser noticia y, una vez más, se pone en duda la reinserción de este tipo de delincuentes que, cada vez que tienen la oportunidad, tratan de satisfacer sus instintos.