Miguel Escribano ha comparecido este jueves ante los medios
Miguel Escribano, pareja de la joven Arancha Gutiérrez López, asesinada en Costa Rica cuando se encontraba de vacaciones junto a unos amigos y a Miguel, ha comparecido este jueves ante los medios de comunicación en el Ayuntamiento de San Fernando de Henares, localidad donde residía el matrimonio.
Escribano ha llegado desde Costa Rica a la localidad y ha querido convocar a la prensa para explicar las circunstancias del suceso y dar a conocer cómo se encuentra la familia, así como los problemas que están teniendo para repatriar el cuerpo de la joven, de 31 años de edad.
En primer lugar ha agradecido el apoyo recibido por el Consistorio, que nada más conocer la noticia decretó tres días de luto oficial.
Asimismo, ha asegurado que la familia no va descansar hasta que se haga justicia, algo a lo que se ha comprometido la fiscalía del país, según ha dicho, al mismo tiempo que ha aprovechado para lanzar un mensaje al Gobierno de España: «A nuestro Gobierno le pedimos que nos defienda, que nos avise de nuestro riesgo y que colabore con este caso, porque le necesitamos, que colabore con la investigación y que acompañe a la policía costarricense, que para nosotros es muy importante».
Acompañado por los padres de la víctima, su hermana y su cuñado, también ha expresado que «Arancha quería cambiar el mundo, creía que otro mundo era posible», desde su trabajo como fisioterapeuta.
Además, ha lamentado que una vez más seamos testigos del «ataque salvaje y cobarde a una mujer. Queremos a las mujeres, vivas, iguales, dignas y con orgullo… en España, Costa Rica y el mundo entero», ha señalado su marido, que ha definido a la joven como «un ángel» y «una persona de esas que solo nacen de vez en cuando», generosa, amante del medio ambiente y de los animales.
La joven, alicantina pero residente en San Fernando, murió el sábado pasado en Tortuguero aparentemente estrangulada cuando había salido a caminar por un sendero del hotel en el que se alojaba.
Los investigadores barajan el ataque sexual como el principal móvil del crimen aunque la investigación continúa abierta a la espera de nuevas pruebas policiales que puedan inculpar al único sospechoso, que fue detenido por el suceso y puesto en libertad por un juzgado del país.