En un compartimento secreto debajo del asiento del conductor
Agentes de la Policía Municipal de Madrid que patrullaban por la Plaza de Cibeles, observaron un vehículo Smart, cuyo conductor se tapaba la cara con la palma de la mano al percatarse de la presencia policial. Esta actitud hizo que los policías procedieran a dar el alto al vehículo para su identificación.
El conductor mostró de un principio una actitud demasiado nerviosa, por lo que se procedió a realizar una inspección ocular de sus pertenencias y del vehículo, encontrando en una mochila 2650 euros, de los cuales no supo dar un origen definido.
Ante este hecho y dado que su nerviosismo no paraba, se hizo una inspección más a fondo del vehículo encontrando al lado del salpicadero una serie de cables que no coincidían con los específicos de ese modelo, acabando este cableado en dos interruptores magnéticos bajo el salpicadero que activaban un sistema para levantar el asiento del conductor.
En ese receptáculo oculto, los agentes vieron que había varias bolsas con dinero plastificado, en total 107.950 euros, manifestando el conductor que desconocía tanto ese sistema hidráulico como el dinero que había en el fondo oculto, que le habían contratado para trasladar el coche.
El portador del dinero, que no presentó en ningún momento documento alguno que acredite el origen o destino del mismo, se desplazó voluntariamente a dependencias policiales, donde se efectuó el recuento, arrojando una cantidad total de 110.650 euros y la realización de un acta de incautación por infracción a la Ley de Prevención de Blanqueo de Capitales, también fue informado de la realización de diligencias y de su obligación de acudir ante la autoridad Judicial en caso de ser requerido.
El vehículo fue denunciado por realizar reformas de importancia que implican riesgos para la circulación y retirado a un depósito municipal.