Los viajeros estuvieron más de una hora parados entre Vallecas y El Pozo
Un grupo de grafiteros detuvo la noche del 11 de enero un tren de Cercanías que se dirigía a Atocha, procedente de Alcalá de Henares, entre las estaciones de Vallecas y El Pozo para pintar los vagones, ante el asombro, el pánico y la indignación de los viajeros, según han confirmado a MiraCorredor.tv fuentes de Renfe.
Los hechos sucedieron sobre las 21.15 horas. Un grupo de personas accionaron la alarma del tren y se bajaron para pintar un grafiti.
La Policía ordenó suspender la circulación en ambos sentidos de las líneas C-2, C-7 y C-8. El servicio y la marcha del tren detenido no se reanudó hasta las 22.38 horas.
INFO #MadC2 #MadC7 y #MadC8 Interrumpido el servicio en ambos sentidos por vandalismo de un grupo de graffiteros en un tren entre las estaciones de Vallecas y El Pozo.
— Cercanías Madrid (@CercaniasMadrid) January 11, 2018
Algunos viajeros, presos del pánico, creían que se trataba de un atentado terrorista o de un accidente, y comenzaron a desalojar el tren por su cuenta. Otros permanecieron en el mismo durante más de una hora.
Las quejas de los usuarios en Twitter no se hicieron esperar. Una usuaria, testigo de lo ocurrido, publicó más tarde una foto en la que se puede ver uno de los vagones afectados por las pintadas, una vez que el tren llegó a Atocha.
Y encima los graffitis una puta mierda. Estaba esperando una pasada de dibujos pero no XD pic.twitter.com/mKks4p7PDM
— Alegría (@vengaalegriaa) 11 de enero de 2018
La Policía Nacional, por su parte, ha abierto una investigación para conseguir atrapar a los autores del incidente.
Fuentes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid informan a MiraCorredor.tv que eran al menos cinco jóvenes vestidos negro y portando mochilas.
Se subieron a la cabina final del convoy usando una llave maestra. Desde allí, accedieron al tren para accionar el freno de emergencia, y se bajaron para realizar varios grafitis en los vagones de cola.
Después realizaron fotos para inmortalizar el momento. Afortunadamente, no hubo que lamentar heridos.